¿No son una paradoja, acaso, los textos que relatan nuestra incapacidad de escribir? Porque no dejan de dibujar una verdad, pero según nacen la convierten en mentira. Como éste, que surge de la falta de cosas que decir y de la suerte de hallar otro texto que detona un pensamiento, una pregunta, un dejarse ir tras una idea.
Porque ya son días en que no fluye ningún relato o poema, y recurro a lo escrito en medio de la tormenta semanas atrás, días atrás. Entonces era un no parar, se agolpaban las emociones, los juicios, los dolores… exigiendo ser los primeros en declararse públicamente. Lo triste, lo alegre, lo furioso, lo caliente… pisándose, atropellándose y yo no pudiendo ser nada más que unas manos a su servicio. También, a veces, un cuerpo a través del cual desahogar.
Agradezco la calma que sigue a esa tempestad. Aprovecho y saco la cabeza fuera del agua para llenarme de aire. El cielo sigue nublado y amenaza con nuevos chaparrones. Me instalo en esta aparente tranquilidad, me dispongo a escribir y… Nada. Hay tanto silencio dentro de mí como afuera, en la calle abandonada. Estoy emparedada entre silencios.
No logro hilar dos frases, ni completar un texto. Y los que sí escribo los guardo, porque no los siento dignos. (Como si creyera que los otros lo son…). Vivo de rentas con los restos de la poesía de otros tiempos mientras edifico una nueva historia, un inicio que anudar sin límites ni desenlaces, todavía. Sobrevivo. Y sigo sin poder escribir.
Este texto nació tras leer una entrada de g
ResponderEliminarhttp://andantemaestoso27.blogspot.com/2020/04/202-dis-pararse.html
Gracias, g, por la inspiración
😔 Oh! veo que lo del código, no enraizó.
EliminarNo, :(
EliminarAlgo debo de estar haciendo mal porque no lo logro. Y lo intenté con las dos alternativas.
Persiste. Cuidado con los espacios, con las comillas, y con el cierre de las etiquetas ">"
EliminarLo seguiré intentando, con la paciencia que me caracteriza, jajaja.
EliminarGracias, Noxeus
Outro bico
Pues sí. También yo escribí sobre esta cuestión.
ResponderEliminarNo expreses, silencia! me dice el monje que vive en mi interior. O como dice un amigo al que considero un sabio:
—Deja de soplar. Inspira.
Yo les hago caso y abandono cualquier preocupación que pudiera ocasionar(me)
Noxeus, me gusta como consejo eso de deja de soplar. Inspira.
EliminarMi voz interior, en cambio, me dice no calles, no ahora. Bastante silencio hay el resto del tiempo.
Bicos
Nos retroalimentamos unos de otros en medio de esta conmoción que nos paraliza.
ResponderEliminarBesos.
Siempre nos retroalimentamos, Xavi. Es el único modo de vivir. Sólo que en estas circunstancias más, porque más lo necesitamos.
EliminarBesos
Escribes muy bien..... Saludos y abrazo amiga Alis.
ResponderEliminarMuchas gracias, Sandra
EliminarUn abrazo grande
Bueno, lo son, pero es que escribir es ponerse, sin más, incluso sobre las dificultades de hacerlo. :-)
ResponderEliminarUn abrazo y feliz sábado
Albada, cada vez estoy más convencida de eso. Esta vez así fue. Muchas otras veces, en realidad.
EliminarUn abrazo grande
Vivimos una situación como de anestesiados limitados en espacio y tiempo. Ello se refleja en las pocas ganas de ponernos y que salga algo.
ResponderEliminarPor mi parte me cuesta.
Besos.
Y sin embargo, lo hacemos, Alfred. Sostenemos este espacio como ventana a la vida y nos acompañamos. En esta situación que vivimos, es un regalo.
EliminarGracias por tu parte
Besos
A veces es saludable darle un respiro a las emociones, aunque sea a costa de la inspiración. Y eso que a ti te pasa como a Lope con su soneto de Violante, que te sale un texto más redondo tratando de justificarte que a otros cuando estamos con las musas a favor.
ResponderEliminarBesos.
Sí, Macondo. La intensidad no puede mantenerse constantemente. Yo acabo reventada, jajaja.
EliminarMuchas gracias. Siempre me sacas una sonrisa (ya sé que ya te lo he dicho y te lo repetiré, seguro)
Besos
Para no estar inspirada, te salió bonito.
ResponderEliminarYo también soy rentista, y gracias.
Aún así, se pasa hambre 😔
Muchas gracias, Juncal
EliminarLo de ser rentista no me acomoda, no de esta manera, porque pensándolo bien es casi un ideal.
Mucha hambre, sí
Besos
Me he identicado mucho.
ResponderEliminarTu no inspiración es un aliento de musas,se ve que las tienes hasta donde parece que no.
Y alientan tan bonito! que vuelve a creéme se confunden con inspiración pura y dura ,y bella.
Un abrazo
¡Cómo no voy a quererte con las cosas que me dices, alasdemariposa! ¿Sabes? Creo que son las ganas. Cuando están despiertas aparece una idea donde menos lo esperas. Luego es ponerse a escribirlo, sacudir la pereza.
EliminarBesos!
Tengo que dejar de no ponerme las gafas para escribir
EliminarQué mal escribido, ja ja ja
alasdemariposa, qué bueno que aún puedes optar a no ponértelas. Mi vista ya no me permite ningún juego de coquetería, jajaja
EliminarMás besos, hala!
El escritor siempre tiene inspiración aunque crea que no ..a las pruebas me remito ..tu texto es elocuente y veraz y las letras salen de ti de tu mente , de tus manos y sobre todo de corazón ..Abrazos con alegría .
ResponderEliminarMuchas gracias, Campirela. Qué bonito lo que dices. Sí, supongo que sólo es ponerse y rascar un poco, y ya sale.
EliminarBesitos
No te preocupes. Nos pasa a todos. Un beso
ResponderEliminarSusana, no diría que me preocupo. Más bien me ocupo.
EliminarGracias
Un abrazo
Así es Alís, también he escrito sobre el hecho de no poder escribir, de tener un vacío por dentro, una especie de calma... Pero eso es una apariencia porque todo pasa en un momento y las palabras vuelven en torbellino como dices reclamando ser las primeras en salir.
ResponderEliminarBesazo al alma. Muakkkk.
Paula Cruz Roggero, yo creo que todos hemos escrito un texto así alguna vez. Yo también, y nunca lo había visto como una paradoja. Surgió a partir de un texto de g (que también escribía sobre el no poder escribir). Fue casi un juego.
EliminarBesitos
¿que no se te ocurre nada? El día que vuelvan las musas ¿que vas a hacer?
ResponderEliminarUn abrazo
¡¡Gracias, Naranjito!! El día que vuelvan las musas haremos tal fiesta que no escribiré, jajaja
EliminarUn abrazo
Bueno, la verdad es que esta pandemia derivada del covid19 nos tiene a tod@s en general en jaque, pero como todavía vamos a ganar esta partida... Quizás deberías de pensar en cero y según lo que tu observas, te puede inspirar sin darte cuenta. Cada un@ de nosotr@s somos un mundo. En mi humilde opinión te digo una que en su momento un Maestro me la dijo y en mi caso ha surtido efecto. No obstante, decir que tú no te inspiras o no escribes como quieres es lo más normal del mundo. Más tus escritos llegan y penetran en cada lector. Entonces yo me hago la pregunta del millón:
ResponderEliminarSi llegas a estar inspirada, de qué ciencia infusa nos hablarías, Alís?
Porque tu voluntad, constancia y la forma como opinas es admirable. Sé más tú misma. Que aquí no se trata de ganar un concurso de un millón de euros.
Bicos e adiante con todas as forzas !!!
Gracias, Joaquín. Era sólo una reflexión, si bien te puedo asegurar que escribo más por ganas que por inspiración. No sé cómo explicarlo, es casi un vicio, una adicción. A veces las ideas vienen y otras tengo que salir a buscarlas.
EliminarBicos
Yo llevo más de tres mil días de entrada diaria en mis blogs; que se han ido sucediendo. En este último más de mil quinientas ya.
ResponderEliminarPor aquello de que la inspiración te coja trabajando cada día me siento y escribo. Sale lo que sale. Pero me obligo a que salga algo.
guille, debo decirte que admiro tu constancia, tu creatividad y tu ánimo.
EliminarEn el obligarse está el secreto, seguramente, aunque suene a corsé ceñido.
Besos
Es una falta de ideas recurrente. No hay prisas yo me lo tomo en plan de vacaciones forzosas.
ResponderEliminarBeso
Erik, estamos encerrados así que no es tan fácil "encontrarse" con las ideas. No queda otra que salir a buscarlas donde podamos.
EliminarBeso
No quisiera que la pasión se transformara en obligación y lo que da calma y alivio pase a agobiar y amarrar la cabeza a la silla.
ResponderEliminarSaludos!
CleveLand, iba a escribir que a la pasión no le viene mal un poco de disciplina, pero me suena extraño, jajaja. A mí obligarme me ha servido para escribir en un momento que lo deseaba, pero no me atrevía. Ahora ya es vicio.
EliminarUn abrazo
Es una paradoja, es cierto. Pero no una mentira.
ResponderEliminarEs que no se puede escribir sobre lo que se planea. Pero si sobre no poder escribir sobre lo que se planea.
Para acentuar la paradoja, esta entrada está bien escrita.
Besos.
Demiurgo, y en realidad es un tema muy recurrido el de no poder escribir. ¿Será de los que más?
EliminarMuchas gracias!
Besos
Las musas van y vienen desde su más innato albedrío… No serían tan valoradas si su presencia fuese perpetua… Y son precisamente sus maravillosos vendavales, que de pronto nos inundan, lo que las hace tan especiales…
ResponderEliminarAsí como tus letras, mi querida Alís…
Abrazo grande 💙
Ginebra Blonde, es cierto que las musas a veces tienen una manera de presentarse muy arrolladora. Es bueno también que no estén siempre. El corazón necesita descansos.
EliminarBesos
Pues si no dices que vives de rentas creo que no nos daríamos ni cuenta.
ResponderEliminarNo está mal, ni feo y las musas tal como vienen se van...tranquila, volverán.
¿te digo cuantos borradores tengo yo? y tú conoces el número que tenía una vez... 😉
Besos.
Jajajaja, ¿y cómo se nota, Laura, si los textos son frescos? Más allá de que hablen de temas contingentes, no hay un brillo de ojos o escamas sueltas que nos den pistas.
EliminarCon las musas ando en paz. Ellas descansan de mí y yo de ellas. Ya lo iba necesitando, también. Estaban muy explotadoras e hirientes a ratos. Ahora estamos renegociando las condiciones, jajaja.
Besos
Ya me gustaría a mi, parir una entrada como esta tuya de hoy, cuando no tengo nada que decir.
ResponderEliminarLlevo algún tiempo pensando en dejar el blog, ya que cada día me cuesta más, pergeñar algo digno y pienso que solo me repito.
Besos.
Juan, por favor, ni se te ocurra dejar el blog. Yo también tengo la sensación de que me repito, pero supongo que es normal. Nosotros escribimos todos nuestros textos y permanecen más en la memoria. Yo no siento que te repitas.
EliminarMuchas gracias. Siempre me siento cuidada por ti.
Besos
Hola, Alís.
ResponderEliminarMe he sentido especialmente identificada con tu texto. Parece que estos días de encierro no despiertan nuestra inspiración, sino que más bien la adormecen.
Sin embargo, los que escribimos somos culpables de esa paradoja que describes tan bien. Las palabras son nuestro antídoto y enfermedad, y a veces ocupan el más pesado de nuestros silencios.
Un saludo.
Muchas gracias, Sofía. Estar encerrados tantos días seguidos nos apartó en cierto modo de la vida, al menos de cómo la conocíamos. Es como si estuviéramos en un intermedio. Salir, ver gente, tener experiencias... todo eso nutre la inspiración y ahora no lo tenemos. Debemos recurrir a otras fuentes y buscar en ellas la inspiración.
EliminarBienvenida a esta casa. Ojalá te sientas cómoda
Un abrazo
Tengo una colección de textos sobre esa "nada" que nos impide decir y escribir. La semana pasada pensaba publicar uno que desarrollé la última vez que pude ir a un bar a tomarme un café, a principios de marzo... parece que pasó un siglo. Tal vez, si venzo a la apatía, lo haga en la próxima.
ResponderEliminarMe encantó tu última frase que resume lo que nos pasa a muchos.
Buenas Pascuas, Alí.
Gran abrazo.
Mirella, ánimo, vence esa apatía. Ya tengo ganas de leer ese texto del que hablas. Y ya están escritos. Quizás ir publicando los que ya tienes te vaya animando a escribir otros nuevos... Y siempre según tus necesidades. Yo te espero.
EliminarUn abrazo gigante
Todos pasamos por temporadas así. Dependiendo muchas veces del estado emocional en que se esté. Las musas se van y vienen cuando quieren. Yo también ando un poco bloqueada en estos tiempos que corren.
ResponderEliminarUn abrazo, Alís.
Ahora que lo dices, Rita, probablemente no es que las musas sean caprichosas, sino que responden a determinadas emociones... Podría ser ¿no?
EliminarLos tiempos que corren bloquean a cualquiera. NO en vano estamos encerrados.
Un abrazo grande
Pues si escribes así cuando no no puedes escribir... muchos quisieran.
ResponderEliminarBss
Muchas gracias, De barro y luz
EliminarSonrío.
Besos
Muy hermosos los textos que de ti salen para plasmarlos en tu lindo blog saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Gustavo Aguilar. Es un gusto verte de nuevo
EliminarUn abrazo
Antes que nada, agradecerte la presentación del blog de g. y después decirte que, nos dejas una imagen muy común en esos estados de sequía imaginativa donde recurrimos a las rentas, y aun así seguimos contando ... y sobre todo, con tu compañía.
ResponderEliminarMil besitos con cariño, Alís ♥
Auroratris, yo la descubrí ayer y ya ves qué me generó. Imposible no mencionarla. No dejemos de seguir contando mientras podamos. Sean historias de hoy o de ayer.
EliminarMuchas gracias
Besitos
Antes que nada decirte que G tiene un blog que te atrapa,es una belleza de profundidad y buen hacer.
ResponderEliminarEste texto tan revelador de todo lo que sentimos aquellos que intentamos escribir o expresarnos a través de las letras.
Ese vacío que curiosamente llenas de talento con estas palabras,como si todas las musas volvieran a agolparse entre tus dedos,y tu cabeza.
Muy cierto, tan real, que lo hacemos nuestro aún sin haberlo escrito.
Gracias Alis querida!
Un besazo.
lunaroja, para mí el blog de g, recién descubierto, es una grata sorpresa. Muchas gracias por tus palabras. Supongo que se nota cuando escribimos sobre lo que nos importa y cuando no. Y supongo también que eso es lo que cuenta.
EliminarMuchísimas gracias a ti
Un beso grandote
El barbecho es un buen modo de asegurarse una próxima cosecha abundante.
ResponderEliminarTú emerges con versos y palabras que conmueven.
Un beso, Alís.
Ilduara, el peligro de recurrir a textos escritos es que generalmente cuando los releo no me gustan. O los publico en el momento o luego me cuesta decidir, porque no me convencen, jajaja.
EliminarAgradezco tus palabras y el modo en que me lees siempre.
Bicos
Uno escribe entre los intersticios de lo que ha escrito -que no quiere decir que efectivamente lo haya conseguido- y allí permanece todo el tiempo hasta lograr escribirlo...
ResponderEliminarAbrazo paradojal.
Y así nos pasamos la vida, Carlos Perrotti, aproximándonos a lo que queremos escribir sin escribirlo nunca, dando vueltas que nos acercan y nos alejan, pero nos mantienen siempre ahí, asomados a las palabras, a sus posibles significados y a la belleza que encierran.
EliminarAbrazo, lleno de contradicciones (es lo mismo ¿no?)
Por mais que falte ou se esconda, ela sempre vem porque sabes como procurá-la na sombra, na proa que desliza sobre o mar, na maré que se renova a cada instante. Daí porque teu nome é versatilidade, A-lis. Aqui você nos mostra que da falta de palavras ou ideias brota um texto em que o processo da escrita é visto como a linguagem do desejo, que aciona a libido em busca da conjunção das palavras em transpiração contínua até transformar-se no corpo desejado. Depois é entregar-te aos prazeres do corpo, risos!
ResponderEliminarSe eu não viajei... é bom! Você me tira das nuvens!
Muitos, muitos beijos,
José Carlos Sant Anna, siempre se trata de entregarse a los placeres del cuerpo porque en última instancia siempre es una sensación corporal la que nos descubre el placer. Como el que siento cuando leo tus comentarios, que me suben a las nubes. Ya ves, por el mismo espacio andamos...
EliminarMuitos, muitos beijos
Te siento relajada, como sin ganas de quitarte el pijama, estirando las palabras en busca de llenar otro renglón.
ResponderEliminarTe percibo de una manera distinta, dejaste atrás tu visión analítica, tu frase profunda, tu texto impoluto, tu dominio de la situación. Hoy te siento como una linda felina estirándose en el sillón, sin mucho movimiento, pero con mucha gracia, minina con dulce estilo, provocando ternura y complacencia, me inspiras a mimarte, me incitas a acariciarte, a arrullarte con mis letras…
Pero luego me doy cuenta de que lo hiciste adrede, que no te hace falta la inspiración, contigo basta y sobra con tu talento. Tus letras traen la magia escondida (chica peligrosa) te robas la voluntad y el corazón de los que te leemos (aún sin darnos cuenta).
Por ello, solo me cabe añadir esta paradoja: Me gusta lo que escribes (incluso) cuando no tienes ganas de escribir.
¡Saludos Alís!... y palmas para ti.
¡Qué alegría, Juan Carlos! Hoy me haces tanta ilusión como a mis hijas el conejo de Pascua. No creo que pueda responderte brevemente.
EliminarPrimero: Estoy en pijama, jajaja. A veces me pregunto si tienes una cámara oculta en mi casa. No sólo por el pijama.
Cuando llegaba a lo mejor (mimarme, acariciarme, arrullarme...) traes un pero, jajaja. No es justo!
Me siento descubierta y sí lo hice adrede, esta vez. Pero detecto dos mentiras. Una en tu comentario (cuando dices que no tenía ganas de escribir) y otra en mi texto (cuando digo Y sigo sin poder escribir, que se convertiría en verdad con sólo añadir unos puntos suspensivos).
Siempre es un placer tu visita. Ya lo sabes
Besos
Jajajaja
ResponderEliminarJulio David, me hiciste reír con lo de llevar años desploqueándote, jajaja. Veo que el copete tiene efecto cortoplacista y hay que mantener el tratamiento. Yo copete no, pero tengo mis desbloqueadores que suelen funcionar.
Gracias por las risas
Un abrazo
Tú sigue dándole que la escritura se porta muy bien contigo porque la tratas muy bien.
ResponderEliminarBesos, Alís.
Eva, tú sí que te portas bien conmigo!
Eliminar;)
Un besote
Hola Alís,
ResponderEliminarpues sin percatarte, has escrito mucho con ese Nada... que creías haber logrado.
A veces, las cosas que creemos nada son muy valiosas, como este texto que nos has compartido.
¡Disfruta cuanto puedas de esta Pascua!
Saludos.
Rosa Mª, a menudo la nada lo contiene todo.
EliminarMuchas gracias
Un abrazo grande
Estoy emparedada entre silencios. ¡Qué buena imagen! Pinto un rato todos los días desde la cuarentena y tal vez por eso me pueblan más imágenes que palabras. Pero son lúcidas las tuyas, como un silencio elocuente. Y preciosas.
ResponderEliminarUn abrazo Alís
¿Sabes una cosa, Loles? Esa imagen también me encanta. Creo que es lo que más me gusta del texto, y llegó de sorpresa, sin buscarla. Tal vez por eso.
EliminarCómo me alegra leerte de nuevo!
Besitos
Escribir sobre la dificultad para escribir para mí tiene sentido, porque esa dificultad está ahí por algo, hasta puede ser una forma de entender el por qué.
ResponderEliminarTodos pasamos por ahí.
Abrazos!
Patricia K, todo sirve para adentrarnos en los porqués y los para qué de lo que nos pasa. Y con eso aparece todo lo demás, como las ganas de escribir.
EliminarUn abrazo grande
Pensar sobre el propio hecho de pensar ya es una reflexión que, seguro, te ha servido.
ResponderEliminarSalu2.
Dyhego, obvio que sirve. Y descubrir qué mecanismos son los que dirigen nuestros pensamientos es una puerta a cambiar los que no funcional.
EliminarBesos
¡Hola, Alis! Vengo sin invitación para conocer tu página de la mano de la entrevista en el blog de Chema y con la sonrisa por la chispa de tus respuestas.
ResponderEliminarEl bloqueo del escritor, el miedo a la página en blanco, suele dar textos tan íntimos como el que nos presentas. Pienso que la clave es no perder lo que nos hizo comenzar nuestra primera historia: las ganas de jugar. Como todo juego, llega un momento que buscando la perfección comienza a no ser divertido. Cuando pasa, lo mejor es volver al inicio, coger una imagen, una idea, y dejar que el boli camine en modo automático. Sin pensar, sin miedo, dejándose llevar como al principio. ¡Saludos!
Hola, David. En primer lugar, muchas gracias y bienvenido a este espacio para el cual no necesitas invitación. Basta con que tengas ganas de pasarte y será una alegría para mí. Y si dejas comentarios como éste, más feliz aún.
EliminarEn realidad este texto nació precisamente como un juego. No es que estuviera repleta de inspiración, pero no puedo quejarme de síndrome de la hoja en blanco. Sí me gustó jugar con la idea de la paradoja que resulta escribir textos bellos, profundos y/o reflexivos sobre no poder escribir. Y lo provocó precisamente un texto precioso que leí en otro blog y que hablaba de eso. ¿Lo mejor de todo? Disfruté escribiéndolo.
Un abrazo