lunes, 27 de abril de 2020

Tú ni me ves




Tú ni me ves, pero yo a ti sí. Todos los días, a la misma hora. Sé casi todo de ti sólo observándote. Sé cómo eres por la ropa que te pones, por cómo te sientas, cómo te mueves, lo que haces y lo que no. Sé cómo te sientes, qué te gusta leer, cómo te va con esos jóvenes que te escriben mensajes que te hacen reír y también con los que no te contestan. Lo sé por tu forma de mirar compulsivamente la pantalla de tu móvil y el desaliento que se posa sobre tus hombros cada vez que lo haces.

Tú ni me ves, porque mis arrugas se han convertido en una máscara de invisibilidad. Me ha costado asumirlo, porque casi todo me resulta un poco más difícil ahora. Pero tiene alguna ventaja, como poder observarte detenidamente cada día sin que siquiera te des cuenta de ello. Los años también me han enseñado a disfrutar más cada momento y a no perder el tiempo cuando la vida me sonríe y se desnuda para que la ame una vez más.

Tú ni me ves, porque soy viejo. Y no sabes que mi falta de resistencia la compenso con mi experiencia. Si supieras cuántas formas de amar creativas he conocido y las ganas que tengo de seguir aprendiendo…  Quizás deberías saber que en mis últimos años no permitiré que ningún miedo o aprensión me quite la oportunidad de vivir. Me comprometo con cada sueño que llega porque sé que podría ser el último. Y últimamente sólo sueño contigo.

78 comentarios:

  1. Cuánta sabiduría desperdiciada.
    Así nos va.

    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Pues rechazar la senectud, la que está fresca todavía, es una necedad.

    Un abrazo y feliz semana

    ResponderEliminar
  3. Lo viejo, cargado de historia, puede ser muy seductor.
    Besos.

    ResponderEliminar
  4. No hay nada mejor que la experiencia
    de los años, de vivir una vida larga.
    Desde muy joven he pasado largas horas
    charlando con personas mayores
    y es maravillosa la sabiduría que se
    acumula y que sin querer nos enseña
    grandes cosas.

    Un besote.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A. Javier, y no sólo la sabiduría, sino limitaríamos su valor sólo en la experiencia. Es también la energía, las ganas que no se pierden, la forma de ver la vida... bueno, tal vez todo esto que digo tenga que ver con la sabiduría, jaja.

      Un besote para ti

      Eliminar
  5. La edad da cierta invisibilidad, es cierto, pero sólo para los ojos que no saben ver.

    Bss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De barro y luz, afortunadamente a ver también se puede aprender.

      Besos

      Eliminar
  6. Un poco obsesivo me parece a mí, pero él sabrá.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Macondo, jajaja, fijo en un cartel tal vez no tenga muchas otras opciones. Si nos desprendemos de la foto, sí, algo obsesivo parece. Pero muchos logros parten con una obsesión ¿o no?

      Besos

      Eliminar
  7. Con los años vamos acumulando experiencias y sabiduría. Los hay que también acumulan tristeza y rencores, pero no es el caso de nuestro observador irredento.
    Un abrazo,

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Josep Mª, me gusta que lo definas como irredento. Yo creo que con los años (en algún texto por publicar lo escribí) vamos superando algunos miedos, rencores, "trancas", pero otros van creciendo. Supongo que forma parte de los efectos secundarios de vivir.

      Un abrazo

      Eliminar
  8. Los años nos dan esa experiencia y paciencia con esas dos herramientas vemos y sentimos la vida de otro modo pero igual de ilusión, ella es la que mantiene viva esas ganas de vivir ..Me ha parecido muy bonito la serenidad de observación ..
    Muy buenos días y feliz semana Alís.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Campirela, con lo de la experiencia estoy de acuerdo. Con lo de la paciencia no tanto, y hablo por mí: era mucho más paciente antes. Ahora me aguanto, que es distinto, jaja.

      Muchas gracias

      Besitos

      Eliminar
  9. Lo que veo en la mirada del señor es ganas de aprender. Y de sorpresa, claro.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Naranjito, admiro profundamente a las personas mayores que siguen siendo aprendices. Huyo de quienes creen que ya están de vuelta de todo.

      Un abrazo

      Eliminar
  10. Viejos son mis zapatos. Yo prefiero decir que soy un joven de "largo recorrido". Y en contra de los que se suele decir: "No deseo llegar a viejo"

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Noxeus, me gusta lo de largo recorrido. Voy a empezar a utilizarlo. Yo no sé adónde quiero llegar (me vendría bien tener al menos una idea aproximada), pero a donde sea me gustaría llegar sintiéndome a gusto (ya no es poco desafío).

      Bicoss

      Eliminar
  11. Ya sabes lo que siempre digo: Si no me ve me reajuntare con quien si lo haga.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. guille, dicho así parece como si pusieras todo el poder afuera. Yo, quizás porque llevo ya tiempo trabajando en ello (por ahora con escasos resultados), creo que también depende de nosotros hacernos ver.

      Besos

      Eliminar
  12. La edad da sabiduría muchas veces, pero no siempre...
    Este personaje por otra parte es un poco sicópata jajajaja 😂😂😂.
    Muy bueno el relato.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Paula Cruz, es cierto que cumplir años no es garantía de nada. Créeme que no ideé al personaje como psicópata, sino todo lo contrario. Seguramente no lo logré.

      Besos

      Eliminar
  13. Respuestas
    1. Erik, la mía seguro que sí. Tengo fotos de hace treinta años en que llevaba las mismas prendas que tengo ahora, jaja (algunas, no todas). Veamos el lado positivo: ¡¡aún me sirve!!

      Besos

      Eliminar
  14. El tener arrugas no siempre es símbolo de vejez. Hay que profundizar más y apreciar el indicador real de la juventud.

    Bicos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Joaquín, como con todo lo que queremos definir, primero hay que acordar bajo qué criterios lo hacemos.

      Bicos

      Eliminar
  15. Un final sorprendente. La verdad es que a veces una tiene la sensación que es solo el cuerpo el que cumple años, mientras la mente y las ganas de vivir permanecen intactas.
    Un abrazo, Alís

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Rita, y yo quiero que pensar que las ganas de vivir también cumplen años y se manifiestan de una manera diferente. Al menos yo me recuerdo más alocada cuando era joven, o al menos eran otro tipo de locuras las que hacía.

      Besos

      Eliminar
  16. Me comprometo en cada sueño por si fuese el último.
    ¡Feliz semana!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Manuel Díaz, y ese compromiso no debiera ser fruto de la edad, porque nunca sabemos cuál será el último sueño. El final no llega siempre por orden de edad.

      Besos

      Eliminar
  17. Que precioso blog, llegué por casualidad, como ocurren las cosas bellas. Te sigo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Rachel, bendita casualidad entonces. Es cierto que así ocurren las cosas bellas, seguramente porque no son esperadas y suman el factor sorpresa.

      Bienvenida.

      Un abrazo

      Eliminar
  18. Respuestas
    1. Susana, yo creo (casi estoy segura) de que el alma sí envejece, aunque no va necesariamente ligado a la edad.

      Un saludo

      Eliminar
  19. Imágenes que inspiras... y qué bien te has inspirado esta, Alís. Lo que podríamos aprender del exceso de madurez... es como abrazar el lazo de la cometa para volar allá donde vaya, por si fuese el último vuelo.

    Mil besitos, niña ♥

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Auroratris, para ser sincera, a veces me sorprende lo lejos que me llevan las fotografías que me inspiran. A veces me pregunto qué tendrá que ver lo que escribí con la imagen, jaja. Y no sé si existe eso del exceso de madurez... de años sí (yo tengo un exceso de años, jajaja), pero de madurez... Deberíamos siempre disfrutar cada vuelo como si fuera el último, porque podría serlo independientemente de nuestra edad.

      Muchas gracias. Tus comentarios me tiran de la lengua, jaja

      Besitos

      Eliminar
  20. Seguro que es así, nos ven, nosotros a ellos no..que pena.
    La imagen que has elegido ya es todo un poema.
    Lo entiendo así, espero haber acertado.
    Un abrazo Alís

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Carmen Silza, la imagen, como tantas otras, me eligió y no yo a ella. Y sí, cuántas veces ni nos enteramos de quién está tan atento a nosotros... A saber de qué nos perdemos por ello.

      Besos

      Eliminar
  21. El ultimo sueño no sabe de edad.
    Soñemos bonito!
    Feliz tarde.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Totalmente cierto, alasdemariposa. El último sueño puede ocurrir en cualquier momento. Y tendemos a olvidarlo.

      ¡Soñemos bonito!

      Besos

      Eliminar
  22. Es aleccionador y vivificante que a pesar de las arrugas no pasamos desapercibidos.
    Lo que veo en la fotografía, son la ansias de vida y de seguir aprendiendo, de un señor educado y un poco "socarrón".
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Juan L., me gusta la socarronería, sobre todo si mantiene la educación. Y me gusta también todo lo que se esconde detrás de las arrugas.

      Besos

      Eliminar
  23. "...a no perder el tiempo cuando la vida me sonríe y se desnuda para que la ame una vez más." Me encantó esta frase, Alís, qué buen relato.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Mirella. También me gustó la idea de la vida amante, desnudándose para entregarse a nosotros. Creo que resultó ser la frase que más me gusta del texto, así que gracias por destacarla.

      Besos

      Eliminar
  24. Cuánta sabiduría más allá de las líneas de la piel…

    “Me comprometo con cada sueño que llega porque sé que podría ser el último”.

    Una certeza maravillosa, así como tu texto, mi querida Alís.

    Abrazos enormes 💙

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ginebra, recuerdo que hace ya bastantes años mis amigas me miraban extraño porque les decía que estaba enamorada de José Luis Sampedro. No me entendían por su edad y para mí era el hombre más atractivo del mundo. A veces debemos saltarnos nuestras propias barreras para descubrir lo que nos puede hacer felices.

      Muchas gracias

      Un abrazo gigante

      Eliminar
  25. A veces me pregunto qué tiene de bueno envejecer... muchas veces me respondo en positivo,otras creo que al final no tiene nada de bueno. Quizás lo mejor sea que ya las cosas se puedan relativizar, que le restes importancia a las cosas que de verdad no la tienen, y que la mirada pueda ir más allá de lo que es solamente físico.
    Me encantó este relato Alís, es muy íntimo y entrañable.
    Un beso grande!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. lunaroja, supongo que lo bueno de envejecer (o algo de lo bueno) es haber vivido. No se envejece de un día para otro, sino sumando experiencias que, con suerte, dejan aprendizajes.

      Muchas gracias. Me alegra que te haya gustado

      Un besote

      Eliminar
  26. Qué cosa tan subjetiva vivenciar el Tiempo aunque no exista nada más objetivo que el paso del Tiempo. Tu prosa se vale de un personaje invisibilizado por la gente y que puede ser a diario encontrado en cualquier calle, tu prosa lo escudriña y lo comprende... y hasta lo dota, diría, de un atributo propio de la experiencia, no entregarse a envejecer. Te acuerdas de la película? Los árboles mueren de pie.

    Abrazo por siempre joven.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. carlos perrotti, creo que absolutamente todo lo que vivenciamos es subjetivo. La objetividad es una utopía para nosotros, que nos creemos seres racionales e inteligentes, pero que raramente podemos ver más allá de nuestra propia mirada. No, no recuerdo la película. ¿Ése es su título?

      Un abrazo de 52 años

      Eliminar
  27. A tônica deste breve relato está no olhar. Duplo olhar. O do autor, que a tudo observa; e o olhar do personagem, o senhor, que a tudo registra. Na conjunção dos dois olhares, pode-se acrescentar o do narrador. Narrador onisciente, por detrás da árvore, tudo vê, tudo sabe. É da perspectiva deste olhar que conhecemos o olhar do “senhor”. Se sobrepondo a tudo isto, está a beleza da linguagem, o modo de traduzir os dois olhares, na poesia que se reveste a narrativa. É a linguagem plasmada neste quadro em cores e linhas bem delineadas que extasia o leitor.
    Muitos beijos,

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. José Carlos Sant Anna, me gusta cómo distingues esas dos miradas. Yo añadiría una tercera: la de quien no ve, la mirada ciega (que es más común de lo que me gustaría). Aunque finalmente todo se reduce a una sola mirada, la de quien narra la historia, porque no puede (no puedo) desprenderme de mí misma por más que intente meterme en la piel de otro.

      Gracias, sigo adicta

      Muitos beijos

      Eliminar
  28. No cabe duda de que sabiendo todo eso con solo mirar, eres apta para trabajar en los servicios de espionaje de cualquier país. Como agente doble; o incluso triple.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cabrónidas, me considero una persona observadora (lo he sido más de lo que soy), pero no me imagino trabajando como espía, y menos como agente doble o triple, jajaja. Imagino que para eso se requiere de una gran memoria. Es como cuando sales con varias personas a la vez: cómo no meter la pata, qué dije a quién, jajaja. Aunque tal vez sólo se trate de probar...

      Un abrazo

      Eliminar
  29. Qué bonito éso que has escrito.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias, Amapola. Me gusta que te guste

      Besos

      Eliminar
  30. A veces nos piensan, otras nos ven, otras nos saben y otras nos intuyen.
    Y puede que alguna vez falle el atino con lo que imaginan a lo que realmente es.
    Me volé con la marquesina y con la marquesa...ha llegado el momento de irme a dormir. Besitos de buenas noches. 🌹

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Laura, y otras veces ni nos piensan, ni nos ven, ni nos saben y menos aún nos intuyen, aunque lo aparenten e incluso aunque lo crean. Las posibilidades son múltiples. Tranquila, salí de la clase bastante negativa, jajajaja. Este curso es para mí como para ti tu jefe. Tal vez también me haya llegado el momento de irme a dormir. No descansé mucho estos útimos días.

      Besitos de dulces sueños, porque debes estar hasta roncando, jajaja

      Eliminar
  31. El cuerpo, muchas veces, trata de poner bridas a la mente, la carga de negatividad, pero ésta lucha por sacar adelante brotes de juventud que disfrazan el aspecto físico para estar en condiciones de amar.

    El chispazo en el amor no atiende a edades, ni a razas, ni a clases sociales. Y que bien sienta ir contra convenciones cuando lo dicta el corazón.

    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ilduara, me consuela que hay muchas formas de amar y no sólo las que manifestamos cuando tenemos cuerpos lozanos. De hecho, creo que cuando el cuerpo tiene más limitaciones nosotras somos más capaces de amar, más y mejor.

      El amor tiene el don de desafiar todas nuestras creencias y convenciones, sean del tipo que sean. Al menos, así lo vivo yo.

      Bicos

      Eliminar
  32. Cada pelo blanco que crece es una experiencia de vida
    Si los "maduros" o mayores somos invisibles a sus ojos,no saben lo que se han perdido en aprendizaje
    Por lo demás,el amor es tan sabio...Cuando se ama,se ama al cien por cien
    Y él,sigue pensando en ella...Este final,es ,no sé cómo decirlo:Precioso o triste?
    Besucos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gó, no sabría elegir entre precioso o triste, porque no creo que sean excluyentes. De hecho, yo siempre veo mucha belleza en la tristeza. Muchos de tus poemas son prueba de ello.

      De niña creía que ser viejo era estar más cerca de la muerte. Pronto descubrí que la muerte no repara en edades, así que la vida es igual de desafiante tengamos la edad que tengamos. Lo que a mí sí me cambia es la energía para enfrentar los desafíos.

      Besitos

      Eliminar
  33. Se daría cuenta la chica que la vejez la acechaba?

    "Los años también me han enseñado a disfrutar más cada momento y a no perder el tiempo cuando la vida me sonríe y se desnuda para que la ame una vez más." Qué bonito!

    Besitos juveniles!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Merche, me parece muy poderosa tu pregunta. Sobre todo porque primero pensé que te referías al viejo que la mira, pero en realidad creo que aludes a su propia vejez, que acecha desde muy pronto (más allá de la edad). De hecho, si me fijo en la fotografía, lo veo más joven a él que a ella.

      Gracias. Esa frase, sobre todo la vida desnudándose, también me gusta a mí. No ocurre tan a menudo que me gusten mis frases.

      Besitos maduros (no por ello menos frescos, jeje)

      Eliminar
    2. Efectivamente, amiga, me refería a la propia vejez que nos acecha desde el momento que nacemos, pero de la que no nos percatamos hasta que nos vamos acercando a ella.

      Aunque no te gusten a menudo tus propias frases, tiens muchas ideales, jiji.

      Recibo tus frescos besos maduros y te mando miles de besos atemporales

      Eliminar
    3. Merche, imaginaba que a eso te referías. Y gracias por leerme siempre con tanto cariño.

      Besitos, de todo tipo, para elegir

      Eliminar
  34. El amor siempre llegara a cualquier edad, el corazón no envejece. Al leerte un viejo recuerdo aflora en mi..... Saludos amiga.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sandra, espero que el recuerdo que aflora sea bueno. Y confío en que, efectivamente, el amor llegue a cualquier edad.

      Un abrazo grande

      Eliminar
  35. El corazón no sabe de edades...
    Y se nos está yendo toda una generación : la de los guardianes de la memoria.

    Besos, Alís.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eva, si lo pensamos bien, siempre hay una generación que se nos está yendo. Mi madre me decía hace unos años, cuando íbamos al entierro de un tío: "Hija, es natural. La vida es así. Primero nos tocó ir a entierros, luego a comuniones, después a bodas... y ahora toca entierros. Es normal". Pero es cierto que ahora se está yendo de manera rápida y masiva. Y ya que no podemos acompañarlos, ojalá al menos podamos verlos para aprenderlos y recordarlos.

      Besos, muchos

      Eliminar
  36. Me gustan las personas detallistas, las que te ven realmente, las que justamente pueden decir cuál es tu color favorito porque siempre vas vestida con él; si te gusta ‘esperar’ porque han visto tu expresión aquella vez en la estación de tren... si te gusta la música, los libros o qué... Me gustan las personas que son obseevadoras...
    Y, sobre todo, siempre he dado muchísimo valor a la experiencia sobre la resistencia... 😏

    Besitos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. AlmaBaires, eso es escuchar al otro. No sólo registrar las palabras que nos dice y, al interpretarlas, creer que sabemos qué nos dijeron. Escuchar también es observar, sentir, oler, tocar...

      La experiencia puede convertir cinco minutos en la eternidad, mientras que la resistencia puede convertir toda una noche en un martirio. ¿Imaginas? Malo y resistente, ¡qué horror! jajajaja. Ay, me hiciste imaginar-recordar demasiado, jaja.

      Besitos!

      Eliminar
  37. Alís:
    pasar desapercibido. Tiene su punto positivo y su punto negativo, claro. Viene bien para los momentos "voyeur" que todos tenemos. Pero se sufre si no cuentas para nadie.
    En fin, seamos positivos.
    Salu2.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Dyhego, yo siempre hablaba de sentirse necesitado, y creo que es más preciso como lo dices tú. Se trata de saber que cuentas para alguien. ¡Tan vital, tan necesario! Positifos, claro, nunca negatifos.

      ;)

      Besos

      Eliminar
  38. Respuestas
    1. Muchísimas gracias, Carlos Augusto. Me gusta cómo lo describes.

      Un abrazo

      Eliminar