carlos perrotti, no sé si tiene sentido y tal vez tampoco lo necesite. Del "Odio que te amo" conozco casos. Del "amo que te odio" creo que también, aunque en este supuesto lo veo más en odios colectivos.
Pues el odio no es precisamente ningún puente. Ni aporta esperanzas, ni armonía, ni solidaridad, ni visión de futuro...Y eso sirve para las relaciones personales -amigos o pareja- como para las relaciones colectivas tan decisivas y que sin embargo obviamos con frecuencia. Rechazo las relaciones de odio, porque no considero relaciones sino violencia, y en ese caso mejor cortar y chau bambino. En política también lo vivimos en España. Ya tenemos partidos de odio aunque usen otros nombres aparentes.
Fackel, estoy de acuerdo en que el odio no es un puente que une, pero si lo pensamos como estructura que sostiene algo creo que hay sobrados ejemplos. Estoy pensando, como tú, en pueblos o en colectivos. ¿Cuántos no sostienen su identidad en el odio al que consideran enemigo? El problema es que en una pareja podemos decir chau bambino, pero en otra escala necesitamos construir convivencia. Y no es el camino. Odiar a los partidos de odio es hacer lo mismo que ellos, aunque duela admitirlo.
Hola, permíteme una precisión. Si se llega a esto último las bases para el enfrentamiento y el conflicto civil están servidos, hermana. Y esos mismos intrínsecamente lo están buscando. Son los que tienen un lema inherente: o nosotros o el caos. Y ellos, históricamente, en España, han sido siempre el caos. Para más información de quien quiera, la Historia interpretada por competentes. Gracias por permitirme el punto de debate.
Fackel, me gusta el debate, así que bienvenido. Soy mucho más simple y mucho más torpe para exponer mi punto de vista en ciertos temas, pero creo que quiero decir lo mismo. A los partidos y colectivos que fomentan el odio les encanta "ser odiados", se alimentan de ello. Estoy lejos, pero mi sensación es que las críticas, por ejemplo a Vox, le hicieron al menos la mitad de la campaña electoral. Cuando veía los canales españoles siempre había alguien hablando de ellos, para criticarlos, pero hablando de ellos. ¿Me explico? Yo no les habría dado bola. En ese sentido, quizás aplique el chau bambino. De esos partidos, me asusta que existan, pero mucho más me asusta y preocupa que haya tanta gente dispuesta a votarlos. Como sea, es sólo mi punto de vista: el odio no se combate con odio.
Dicen que el amor y el odio son las dos caras de una misma moneda... no lo sé con certeza, creo que nunca he llegado a odiar realmente a alguien, yo paso del amor a la indiferencia.
AlmaBaires, dos caras de una moneda me suena a opuestos, y yo creo que amor y odio no lo son. La indifirencia sí que es lo contrario al amor (y mucho más llevadera que el odio).
Ilduara, si miras alrededor hay muchas tensiones por limar. Diría que cada día aparecen más. Tranquila, el texto no es autobiográfico, es sólo lo que me sugirió la fotografía. En todo caso, no me resulta difícil encontrar ejemplos de ello.
Odiar no entra en mi léxico. Más si se coge como la imagen si se sueltan se van ambos al vacío, por lo que, quizás esto sea una disputa que algunas personas necesitan para entrar en calor o en pasión y de unirse en comunión... Si es así, lo dejo como una gota de rabia y a ver como salpica.
Joaquín, yo decía lo mismo hasta hace poco. En una conversación con una persona, al decir que yo no odio, ésta me decía que sí lo hace: odia la traición, odia la mentira... Me cambió la mirada.
Y sí, el texto está basado en la fotografía. Necesitan oponerse para no caer. Si lo piensas, seguramente conocerás alguna relación que es así. Y podemos cambiarle de nombre, llamarle rabia o como quieras. Nadie dice que el odio sea eterno, pero hay momentos o circunstancias en que nos toma. Al menos a mí, aunque me lo negaba. No es el caso ahora, tranquilo ;)
Alfred, creo que ejemplos hay. Pienso en todos los radicales (de cualquier lado) que basan sus discursos en el odio a los contrarios. Sin él no tendrían razón de ser. Y generalmente se alimentan y sostienen mutuamente, como la pareja de la fotografía.
Xavi, puede que haya algún odio gracioso. Me acordé ahora de mis hijas que pueden decir un te odio y al segundo siguiente un te amo (a la misma persona, claro). Probablemente sea además un odio sano porque se manifiesta y se esfuma.
Diríase que cuando se llega a esa conclusión lo mejor sería romper el “nosotros”, pero pueden colgar de él otras circunstancias que no lo hacen tan sencillo. Otra vez me ha impactado la foto, a la par que me da un vértigo tremendo. Quizá como la situación de ese “nosotros”, coqueteando entre el odio y desaparición. Besos.
El odio es un sentimiento tan fuerte como puede ser el amor ..pero a la inversa este nos amarga por dentro y no nos deja crecer, aunque tan bien es cierto que hay personas que en él anidan ese sentimiento confuso de amor y odio a la vez ..complicado y creo que muy dañino. Una entrada con la imagen y frase dice mucho .Abrazos y feliz día.
Campirela, creo que ahí está la clave: el odio es un sentimiento, no sólo tan fuerte sino tan legítimo como el amor, aunque es cierto que mucho más incómodo. Taparlo no hace que desaparezca, tal vez mirarlo, reconocerlo y trabajarlo sí lo logre.
guille, yo creo que ninguna emoción es perder el tiempo. No verlas, no asumirlas, no reconocerlas y hacer como que no están sí es una pérdida de tiempo, porque las emociones vienen y se quedan hasta que las escuchamos y gestionamos. Bueno, me dedico a eso, es normal que lo defienda, jaja
Patricia K, con tu comentario se me ocurre que tal vez el odio sea una forma de amor exacerbado por uno mismo... Es sólo una de las posibilidades. Leyendo vuestros comentarios se me aparecen muchas manifestaciones de él (no en vosotros, sino en las reflexiones que me inspiran vuestros comentarios, jeje).
Ginebra, yo estoy convencida, porque lo he visto, que cuando nos atrevemos a mirar de frente nuestras mayores sombras encontramos nuestras mayores luces. Y al revés, cuando las tapamos, se vuelven más grandes esas sombras.
alasdemariposa, hay tantos criterios que pueden conformar un nosotros... y no necesariamente basados en el amor. De hecho, algunos están basados en el odio. Por poner un ejemplo medio tonto: los radicales de un equipo de fútbol que reafirman su identidad odiando a los rivales...
Estoy muy de acuerdo con lo que otros han anticipado. No veo que pueda construirse nada de nada en ese terreno. El "adiós muy buenas" me parece sabio. La vida es demasiado corta para andar perdiendo el tiempo en batallitas y otros menesteres negativos.
Noxeus, no sé tanto de historia, pero estoy segura que se han construido incluso imperios sostenidos en el odio. En el siglo XX hubo algún ejemplo...
En una pareja es relativamente fácil un "adiós muy buenas", pero en la vida tenemos muchas más relaciones que las de pareja. Y a veces los odios de otros nos pillan en medio y nos destrozan...
artur, a mí tampoco me gusta y siempre he sostenido que no lo siento. Ahora tengo mis dudas. Podría decir, por ejemplo, que odio el odio y ya caí. Creo que conduce a algo positivo si somos capaces de reconocerlo cuando nos toma y trascenderlo. Podemos hallar mucha luz si logramos crecer a través de él.
Magó, te confieso algo. Cuando vi la foto me gustó, la miré un ratito y salió este breve. Fue instintivo, no lo pensé. Y es increíble la cantidad de reflexiones que me surgieron según fueron entrando vuestros comentarios. Le encuentro tantas lecturas que me sorprendo.
A ver "gallega de mi corazón" que "lo que más me apasiona" es leerte pero hoy estoy perdido.¿Odio?, vale, que del amor al odio hay un paso ¿no? entonces por ahí me escapo. Saludos.
¿Ves, Naranjito? Jamás podría odiarte a ti, que siempre me arrancas una sonrisa. En todo caso, creo que jamás podría odiar a nadie. Y no sé si puedo decir lo mismo de ciertos aspectos o manías de algunas personas. Incluso algunas mías.
CleveLand, cuando veo la crispación que hay en la sociedad en general y especialmente en algunas, en particular, siento que se sustentan en el odio. Así no es fácil augurar un futuro muy prometedor, pero estoy convencida de que hay quienes viven de esto y no les interesa vencer el odio. Tristemente.
Nuria, insisto en que el odio no es una emoción que tenga muy a la mano, me cuesta mucho imaginarme sintiéndolo. Pero sí diré que no creo que dependa de nosotros permitir o denegar la entrada de una emoción. En cambio, sí es nuestra decisión permitirle quedarse. Lo que ocurre es que para echarla, primero tengo que detectarla, y eso a veces cuesta, sobre todo con las emociones que tienen mala prensa.
Basar algo en el odio es saber a ciencia cierta que no avanzará hacia nada bueno... es como sujetar un alambre de espinas. La imagen arranca esa reflexión, es cierto, Alís.
Auroratris, el ejemplo de sujetar un alambre de espinas me gusta. Es algo similar: sostengo algo que me daña o me dejo caer (e imaginemos el abismo debajo, que es lo que se intuye en la foto). No sé si se busca el odio, a veces simplemente aparece, a veces simplemente lo heredamos.
Las emociones negativas como el odio tienen muy mala prensa. Pero son tan necesarias como las positivas. Todas ellas las precisamos para conformar nuestra personalidad y reaccionar a lo que nos viene de fuera. Si desaparecieran las negativas, las positivas también lo harían. Un abrazo!
David Rubio, agradezco muchísimo tu comentario. Pareciera que cuando sostenemos que las emociones "con mala prensa" son necesarias y legítimas estuviéramos diciendo que hay que sentirlas (odio, rabia, tristeza para algunos, egoísmo...). Pero es que las emociones son, llegan y están. Qué hacemos con ellas depende de nosotros. Y negarlas no suele borrarlas.
Muchas gracias, lunaroja, por esa mirada. A mí me gustó cuando lo escribí. Él salió (con la foto) y me agradó su contradicción aparente y todo lo que encierra. Creo que está más presente en la sociedad y en las relaciones de lo que nos gusta aceptar.
Laura, hay odios que nacen del amor (o de la intensidad, diría mejor) y otros tienen otra raíz. Leyendo comentarios me acordé de un documental que vi hace unos años que no recuerdo el título, pero es absolutamente recomendable. Durante unos días juntaban a niños israelíes y palestinos, y los entrevistaban. Algunos lograron hacerse amigos. Lo que me impactó del documental fue escuchar a niños de cuatro o cinco años, de ambos bandos, hablando con un odio parido de los otros. Me sorpendió tanto odio a tan corta edad. A veces, el odio simplemente se hereda y se carga con él. Lo terrible es que desde ahí las opciones son siempre las mismas.
Dois pesos numa balança. Ou a ilustração para clarificar a oposição. Nunca se equilibram. É como a dança da labareda, pode trazer lampejo de beleza ou assustar. Haja combate com palavras improváveis. Ou haja dialética para tratarmos desta questão... Muitos beijos
José Carlos Sant Anna, si salimos del odio como emoción y nos quedamos con la oposición, los contrarios... creo que se aprende mucho más contraponiendo ideas y argumentos que en una conversaciones entre quienes piensan igual. Recuerdo, vagamente, una teoría sobre los tipos de conversaciones entre opuestos y los posibles resultados. La más poderosa, pero la más difícil, es cuando del diálogo entre A y B nace C. (Otras opciones eran: se impone una de las posturas, se suman pero no se integran, había una tercera que no recuerdo y esta última, en la que son capaces de crear algo nuevo). Probablemente esto es lo que esté necesitando nuestro mundo ahora. Y me desvié mucho del tema, así que apelo a tu paciencia y a tu cariño. Risos.
Alis,tal vez no lo entienda bien,pero yo creo que en el odio no puede haber un nosotros,salvo que en el fondo exista algo más allá a donde no llego Ojalá ese puente sea sólo de cariño . Besucos ,linda! Gó
Gó, no estoy segura de que haya algo que entender. Quiero decir que cuando escribo, ni cuando hablo, no intento instaurar ninguna verdad, es sólo una mirada más de todas las posibles. En este caso, además, ni siquiera lo pensé. Miré la foto y salió lo que salió. Si tuviera alguna aspiración con mis textos sería, en todo caso, que inviten a reflexionar. Y me siento afortunada porque con vuestros comentarios siempre acabo dándole otras vueltas a mis propios textos y pensando cosas nuevas.
En todo caso, tranquila, que no es nada autobiográfico. No hay odio en mi corazón y puedo decirlo con seguridad, porque he mirado para comprobarlo.
JLO, si hablamos de una pareja, yo creo que sí, que el odio nace de un amor, o como le decía a Laura, de la intensidad de un amor. Quien sabe, si lo hubo podría volver, jaja
Siby, yo creo que con odio hemos llegado a donde estamos hoy. Me refiero como sociedad, como humanidad. Creer que no lleva a ningún lado es quitarle el poder que tiene. Países hay de sobra donde observar a qué conduce el odio. Y perdóname, no pretendo ser irreverente, pero creo que Dios, si existe, está mirando a otro lado.
Lo triste de esta foto, entendiéndola desde el punto de vista del odio y de las frases que la acompañan, es que ambas personas se sostienen porque ejercen una fuerza opuesta pero de igual intensidad. Si alguno cejara, se caerían los dos al vacío. Tan sólo se salvarían si los rescatase alguien desde sus espaldas y tirasen de ellos a la vez. Uf, que rollo más tonto me he marcado. Ah, también quería decirte que, las frases cortas te obligan luego a desarrollar respuestas largas en los comentarios. No sé si eso tiene relación o no, pero es verdad que estas frases dan mucho que pensar. En fin, que debo tener yo también una vena gallega, jajaja...
Una pena, yo creo que sólo se odia intensamente lo que fue querido.
ResponderEliminarUn abrazo y por un día bonito
Albada Dos, amor y odio no son opuestos, sino fronterizos.
EliminarUn abrazo grande
Dicen que del odio al amor solo hay un paso, no se, puede ser..... Me dejas pensando. Saludos amiga.
ResponderEliminarSandra Figueroa, del amor al odio hay un paso (dicen), del odio al amor tal vez haya más de uno.
Eliminar;)
Un abrazo grande
Amo que te odio?... Odio que te amo?... Tiene sentido.
ResponderEliminarcarlos perrotti, no sé si tiene sentido y tal vez tampoco lo necesite. Del "Odio que te amo" conozco casos. Del "amo que te odio" creo que también, aunque en este supuesto lo veo más en odios colectivos.
EliminarUn abrazo
Pues el odio no es precisamente ningún puente. Ni aporta esperanzas, ni armonía, ni solidaridad, ni visión de futuro...Y eso sirve para las relaciones personales -amigos o pareja- como para las relaciones colectivas tan decisivas y que sin embargo obviamos con frecuencia. Rechazo las relaciones de odio, porque no considero relaciones sino violencia, y en ese caso mejor cortar y chau bambino. En política también lo vivimos en España. Ya tenemos partidos de odio aunque usen otros nombres aparentes.
ResponderEliminarFackel, estoy de acuerdo en que el odio no es un puente que une, pero si lo pensamos como estructura que sostiene algo creo que hay sobrados ejemplos. Estoy pensando, como tú, en pueblos o en colectivos. ¿Cuántos no sostienen su identidad en el odio al que consideran enemigo? El problema es que en una pareja podemos decir chau bambino, pero en otra escala necesitamos construir convivencia. Y no es el camino. Odiar a los partidos de odio es hacer lo mismo que ellos, aunque duela admitirlo.
EliminarBesos
Hola, permíteme una precisión. Si se llega a esto último las bases para el enfrentamiento y el conflicto civil están servidos, hermana. Y esos mismos intrínsecamente lo están buscando. Son los que tienen un lema inherente: o nosotros o el caos. Y ellos, históricamente, en España, han sido siempre el caos. Para más información de quien quiera, la Historia interpretada por competentes. Gracias por permitirme el punto de debate.
EliminarFackel, me gusta el debate, así que bienvenido. Soy mucho más simple y mucho más torpe para exponer mi punto de vista en ciertos temas, pero creo que quiero decir lo mismo. A los partidos y colectivos que fomentan el odio les encanta "ser odiados", se alimentan de ello. Estoy lejos, pero mi sensación es que las críticas, por ejemplo a Vox, le hicieron al menos la mitad de la campaña electoral. Cuando veía los canales españoles siempre había alguien hablando de ellos, para criticarlos, pero hablando de ellos. ¿Me explico? Yo no les habría dado bola. En ese sentido, quizás aplique el chau bambino. De esos partidos, me asusta que existan, pero mucho más me asusta y preocupa que haya tanta gente dispuesta a votarlos.
EliminarComo sea, es sólo mi punto de vista: el odio no se combate con odio.
Gráfica imagen.
ResponderEliminarDrástica sentencia!
Esperemos que todo sea un juego del equívoco...
La vida es otra historia.
Abrazo.
Ernesto, la imagen es la que provocó la frase. Me llamó la atención que sólo pueden sostenerse oponiéndose. Si dejan de hacerlo, caen al abismo.
EliminarEs sólo un juego de palabras que nació a raíz de la fotografía.
Abrazos
Dicen que el amor y el odio son las dos caras de una misma moneda... no lo sé con certeza, creo que nunca he llegado a odiar realmente a alguien, yo paso del amor a la indiferencia.
ResponderEliminarBesitos 😘
AlmaBaires, dos caras de una moneda me suena a opuestos, y yo creo que amor y odio no lo son. La indifirencia sí que es lo contrario al amor (y mucho más llevadera que el odio).
EliminarBesitos
Es fortísima esta entrada, Ojalá el tiempo lime la tensión.
ResponderEliminarUn beso y un abrazo enorme.
Ilduara, si miras alrededor hay muchas tensiones por limar. Diría que cada día aparecen más. Tranquila, el texto no es autobiográfico, es sólo lo que me sugirió la fotografía. En todo caso, no me resulta difícil encontrar ejemplos de ello.
EliminarBicos
Odiar no entra en mi léxico.
ResponderEliminarMás si se coge como la imagen si se sueltan se van ambos al vacío, por lo que, quizás esto sea una disputa que algunas personas necesitan para entrar en calor o en pasión y de unirse en comunión... Si es así, lo dejo como una gota de rabia y a ver como salpica.
Bicos, Alís.
Joaquín, yo decía lo mismo hasta hace poco. En una conversación con una persona, al decir que yo no odio, ésta me decía que sí lo hace: odia la traición, odia la mentira... Me cambió la mirada.
EliminarY sí, el texto está basado en la fotografía. Necesitan oponerse para no caer. Si lo piensas, seguramente conocerás alguna relación que es así. Y podemos cambiarle de nombre, llamarle rabia o como quieras. Nadie dice que el odio sea eterno, pero hay momentos o circunstancias en que nos toma. Al menos a mí, aunque me lo negaba. No es el caso ahora, tranquilo ;)
Bicos
El odio puede ser un cemento para conseguir algo.
ResponderEliminarBesos.
Alfred, creo que ejemplos hay. Pienso en todos los radicales (de cualquier lado) que basan sus discursos en el odio a los contrarios. Sin él no tendrían razón de ser. Y generalmente se alimentan y sostienen mutuamente, como la pareja de la fotografía.
EliminarBesos
Tiene pinta de ser un odio gracioso.
ResponderEliminarBesos.
Xavi, puede que haya algún odio gracioso. Me acordé ahora de mis hijas que pueden decir un te odio y al segundo siguiente un te amo (a la misma persona, claro). Probablemente sea además un odio sano porque se manifiesta y se esfuma.
EliminarBesos
Diríase que cuando se llega a esa conclusión lo mejor sería romper el “nosotros”, pero pueden colgar de él otras circunstancias que no lo hacen tan sencillo.
ResponderEliminarOtra vez me ha impactado la foto, a la par que me da un vértigo tremendo. Quizá como la situación de ese “nosotros”, coqueteando entre el odio y desaparición.
Besos.
Macondo, hay nosotros que no se pueden romper. Y no pienses en una pareja, sino en otras relaciones (incluso colectivas) que se sostienen en el odio.
EliminarMe pasó con la foto lo mismo que a ti. De ahí surgió el texto.
Besos
El odio es un sentimiento tan fuerte como puede ser el amor ..pero a la inversa este nos amarga por dentro y no nos deja crecer, aunque tan bien es cierto que hay personas que en él anidan ese sentimiento confuso de amor y odio a la vez ..complicado y creo que muy dañino.
ResponderEliminarUna entrada con la imagen y frase dice mucho .Abrazos y feliz día.
Campirela, creo que ahí está la clave: el odio es un sentimiento, no sólo tan fuerte sino tan legítimo como el amor, aunque es cierto que mucho más incómodo. Taparlo no hace que desaparezca, tal vez mirarlo, reconocerlo y trabajarlo sí lo logre.
EliminarMuchas gracias
Besitos
No me lo imagino del todo.
ResponderEliminarBesos
Erik, si estás con ánimo dale un par de vueltas más y encontrarás ejemplos.
EliminarBesos
Eso de odiar es una de las formas de perder el tiempo.
ResponderEliminarguille, yo creo que ninguna emoción es perder el tiempo. No verlas, no asumirlas, no reconocerlas y hacer como que no están sí es una pérdida de tiempo, porque las emociones vienen y se quedan hasta que las escuchamos y gestionamos. Bueno, me dedico a eso, es normal que lo defienda, jaja
Eliminarbesos
No me cabe un nosotros basado en el odio.
ResponderEliminarBesos
Rita, los hay y estamos inmersos en ellos. Te diría que mires la política de España en los últimos años y ya tienes un ejemplo, lamentablemente.
EliminarBesos
Tanto odio sólo puede ser la otra cara de mucho despecho.
ResponderEliminarBesazo al alma, muak.
Paula, el despecho puede ser una causa, entre otras, del odio. Así es.
EliminarUn beso grandote, libre de odio
El odio se convierte en algo que se come a las personas, dicen que es una forma de amor, pero de amor distorsionado.
ResponderEliminarAbrazos.
Patricia K, con tu comentario se me ocurre que tal vez el odio sea una forma de amor exacerbado por uno mismo... Es sólo una de las posibilidades. Leyendo vuestros comentarios se me aparecen muchas manifestaciones de él (no en vosotros, sino en las reflexiones que me inspiran vuestros comentarios, jeje).
EliminarUn abrazo grande
A veces, los sentimientos más oscuros son los que abren una brecha para encontrar la luz verdadera…
ResponderEliminarPara reflexionar…
Un abrazo grande, y muy feliz tarde, querida Alís 💙
Ginebra, yo estoy convencida, porque lo he visto, que cuando nos atrevemos a mirar de frente nuestras mayores sombras encontramos nuestras mayores luces. Y al revés, cuando las tapamos, se vuelven más grandes esas sombras.
EliminarMuchas gracias
Un abrazo grande
Qué tristeza de ese nosotros.
ResponderEliminarCon lo bonito que pudiera sonar.
Feliz dia
alasdemariposa, hay tantos criterios que pueden conformar un nosotros... y no necesariamente basados en el amor. De hecho, algunos están basados en el odio. Por poner un ejemplo medio tonto: los radicales de un equipo de fútbol que reafirman su identidad odiando a los rivales...
EliminarUn abrazo grandote
Estoy muy de acuerdo con lo que otros han anticipado. No veo que pueda construirse nada de nada en ese terreno.
ResponderEliminarEl "adiós muy buenas" me parece sabio. La vida es demasiado corta para andar perdiendo el tiempo en batallitas y otros menesteres negativos.
Noxeus, no sé tanto de historia, pero estoy segura que se han construido incluso imperios sostenidos en el odio. En el siglo XX hubo algún ejemplo...
EliminarEn una pareja es relativamente fácil un "adiós muy buenas", pero en la vida tenemos muchas más relaciones que las de pareja. Y a veces los odios de otros nos pillan en medio y nos destrozan...
Bicoss
No me gusta el odio, no conduce a nada positivo , ni por asomo ! Viva el Amor !! :)
ResponderEliminarartur, a mí tampoco me gusta y siempre he sostenido que no lo siento. Ahora tengo mis dudas. Podría decir, por ejemplo, que odio el odio y ya caí.
EliminarCreo que conduce a algo positivo si somos capaces de reconocerlo cuando nos toma y trascenderlo. Podemos hallar mucha luz si logramos crecer a través de él.
¡Viva el amor!
Petons
Mmm... Interesante reflexión...
ResponderEliminarMe has hecho pensar mucho, mucho...
Bicos sin odio
Magó, te confieso algo. Cuando vi la foto me gustó, la miré un ratito y salió este breve. Fue instintivo, no lo pensé. Y es increíble la cantidad de reflexiones que me surgieron según fueron entrando vuestros comentarios. Le encuentro tantas lecturas que me sorprendo.
EliminarBicos, por supuesto que sin odio!!!!
A ver "gallega de mi corazón" que "lo que más me apasiona" es leerte pero hoy estoy perdido.¿Odio?, vale, que del amor al odio hay un paso ¿no? entonces por ahí me escapo.
ResponderEliminarSaludos.
¿Ves, Naranjito? Jamás podría odiarte a ti, que siempre me arrancas una sonrisa. En todo caso, creo que jamás podría odiar a nadie. Y no sé si puedo decir lo mismo de ciertos aspectos o manías de algunas personas. Incluso algunas mías.
EliminarNo te escapes, jaja
Besos
Nosotros como partes diferentes y cada vez más enfrentadas en lugar de bien encontradas... :(
ResponderEliminarSaludos!
CleveLand, cuando veo la crispación que hay en la sociedad en general y especialmente en algunas, en particular, siento que se sustentan en el odio. Así no es fácil augurar un futuro muy prometedor, pero estoy convencida de que hay quienes viven de esto y no les interesa vencer el odio. Tristemente.
EliminarUn abrazo
Sinceramente, el nosotros que yo entiendo, es imposible que se pueda construir con el odio.
ResponderEliminarBella foto.
Besos.
Juan, ¿y si piensas en otros tipos de nosotros? Estoy convencida que el nosotros que has construido en tu casa se construye con todo lo contrario.
EliminarLa foto es la culpable de todo, jajaja
Besos
¡Hola, Alís!
ResponderEliminarEl odio es un feo habitante, que si permites entre en tu corazón. Te destruye...
Buena foto.
Cuídate mucho.
Un abrazo.🌷😘
Nuria, insisto en que el odio no es una emoción que tenga muy a la mano, me cuesta mucho imaginarme sintiéndolo. Pero sí diré que no creo que dependa de nosotros permitir o denegar la entrada de una emoción. En cambio, sí es nuestra decisión permitirle quedarse. Lo que ocurre es que para echarla, primero tengo que detectarla, y eso a veces cuesta, sobre todo con las emociones que tienen mala prensa.
EliminarRepito: la foto provocó todo esto, jajaja
Un abrazo
Basar algo en el odio es saber a ciencia cierta que no avanzará hacia nada bueno... es como sujetar un alambre de espinas. La imagen arranca esa reflexión, es cierto, Alís.
ResponderEliminarMil besitos para ti, bonita ♥
Auroratris, el ejemplo de sujetar un alambre de espinas me gusta. Es algo similar: sostengo algo que me daña o me dejo caer (e imaginemos el abismo debajo, que es lo que se intuye en la foto). No sé si se busca el odio, a veces simplemente aparece, a veces simplemente lo heredamos.
EliminarBesitos
Las emociones negativas como el odio tienen muy mala prensa. Pero son tan necesarias como las positivas. Todas ellas las precisamos para conformar nuestra personalidad y reaccionar a lo que nos viene de fuera.
ResponderEliminarSi desaparecieran las negativas, las positivas también lo harían. Un abrazo!
David Rubio, agradezco muchísimo tu comentario. Pareciera que cuando sostenemos que las emociones "con mala prensa" son necesarias y legítimas estuviéramos diciendo que hay que sentirlas (odio, rabia, tristeza para algunos, egoísmo...). Pero es que las emociones son, llegan y están. Qué hacemos con ellas depende de nosotros. Y negarlas no suele borrarlas.
EliminarUn abrazo
Tremendo. Realmente es ensordecedor el silencio que rodea al texto. Muy potente,muy bueno!
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias, lunaroja, por esa mirada. A mí me gustó cuando lo escribí. Él salió (con la foto) y me agradó su contradicción aparente y todo lo que encierra. Creo que está más presente en la sociedad y en las relaciones de lo que nos gusta aceptar.
EliminarBesitos
Te odio como nunca quise a nadie.
ResponderEliminarEl libro que leí esta semana.
Tremenda frase que lo resume tan bien... ¿Verdad?
Besitos todo love 😍
Laura, hay odios que nacen del amor (o de la intensidad, diría mejor) y otros tienen otra raíz. Leyendo comentarios me acordé de un documental que vi hace unos años que no recuerdo el título, pero es absolutamente recomendable.
EliminarDurante unos días juntaban a niños israelíes y palestinos, y los entrevistaban. Algunos lograron hacerse amigos. Lo que me impactó del documental fue escuchar a niños de cuatro o cinco años, de ambos bandos, hablando con un odio parido de los otros. Me sorpendió tanto odio a tan corta edad. A veces, el odio simplemente se hereda y se carga con él. Lo terrible es que desde ahí las opciones son siempre las mismas.
Besitos, con amor, por supuesto
Dois pesos numa balança. Ou a ilustração para clarificar a oposição. Nunca se equilibram. É como a dança da labareda, pode trazer lampejo de beleza ou assustar. Haja combate com palavras improváveis. Ou haja dialética para tratarmos desta questão...
ResponderEliminarMuitos beijos
José Carlos Sant Anna, si salimos del odio como emoción y nos quedamos con la oposición, los contrarios... creo que se aprende mucho más contraponiendo ideas y argumentos que en una conversaciones entre quienes piensan igual. Recuerdo, vagamente, una teoría sobre los tipos de conversaciones entre opuestos y los posibles resultados. La más poderosa, pero la más difícil, es cuando del diálogo entre A y B nace C. (Otras opciones eran: se impone una de las posturas, se suman pero no se integran, había una tercera que no recuerdo y esta última, en la que son capaces de crear algo nuevo). Probablemente esto es lo que esté necesitando nuestro mundo ahora. Y me desvié mucho del tema, así que apelo a tu paciencia y a tu cariño. Risos.
EliminarMuitos beijos, muitos
Alis,tal vez no lo entienda bien,pero yo creo que en el odio no puede haber un nosotros,salvo que en el fondo exista algo más allá a donde no llego
ResponderEliminarOjalá ese puente sea sólo de cariño .
Besucos ,linda!
Gó
Gó, no estoy segura de que haya algo que entender. Quiero decir que cuando escribo, ni cuando hablo, no intento instaurar ninguna verdad, es sólo una mirada más de todas las posibles. En este caso, además, ni siquiera lo pensé. Miré la foto y salió lo que salió. Si tuviera alguna aspiración con mis textos sería, en todo caso, que inviten a reflexionar. Y me siento afortunada porque con vuestros comentarios siempre acabo dándole otras vueltas a mis propios textos y pensando cosas nuevas.
EliminarEn todo caso, tranquila, que no es nada autobiográfico. No hay odio en mi corazón y puedo decirlo con seguridad, porque he mirado para comprobarlo.
Besitos
para llegar la odio dicen que tuvo que haber un amor... no está tan mal entonces... besos!
ResponderEliminarJLO, si hablamos de una pareja, yo creo que sí, que el odio nace de un amor, o como le decía a Laura, de la intensidad de un amor. Quien sabe, si lo hubo podría volver, jaja
EliminarBesos!
Buena frase!
ResponderEliminarGracias, Tracy.
EliminarPocas veces puedo decirlo, pero esta vez me gustó.
Besos
No yo creo que con odio no llegaremos
ResponderEliminara ninguna parte, pero con amor y paciencia,
lo lograremos, pienso yo Dios lo quiera asi.
Besitos dulces
Siby
Siby, yo creo que con odio hemos llegado a donde estamos hoy. Me refiero como sociedad, como humanidad. Creer que no lleva a ningún lado es quitarle el poder que tiene. Países hay de sobra donde observar a qué conduce el odio. Y perdóname, no pretendo ser irreverente, pero creo que Dios, si existe, está mirando a otro lado.
EliminarBesitos, con cariño
Lo triste de esta foto, entendiéndola desde el punto de vista del odio y de las frases que la acompañan, es que ambas personas se sostienen porque ejercen una fuerza opuesta pero de igual intensidad. Si alguno cejara, se caerían los dos al vacío. Tan sólo se salvarían si los rescatase alguien desde sus espaldas y tirasen de ellos a la vez. Uf, que rollo más tonto me he marcado.
ResponderEliminarAh, también quería decirte que, las frases cortas te obligan luego a desarrollar respuestas largas en los comentarios. No sé si eso tiene relación o no, pero es verdad que estas frases dan mucho que pensar.
En fin, que debo tener yo también una vena gallega, jajaja...
Besitos amorosos
Merche, a ver si va a resultar que somos primas, jajajaja.
EliminarNo lo había pensado, pero es verdad que los breves me llevan a respuestas más largas... Interesante.
Besitos, puro amor
Dicen que hay un sólo paso.
ResponderEliminarA veces ni eso, están aún más cerca
Besos
Frodo, a veces conviven y se retroalimentan. Tienen puntos en común, creo yo.
EliminarBesos
El odio es el motor más importante de la humanidad.
ResponderEliminarSaludos,
J.
José A. García, si lo medimos desde los momentos históricos que propició y las consecuencias de éstos, seguramente sí.
EliminarUn abrazo
Un aforismo necesario, interesante para denotar situaciones constructivas como el odio, el futuro, el amor, o lo que se desee perturbar. Saludos Alis.
ResponderEliminarEduardo, supongo que cada cual construye desde donde puede...
EliminarSabes que es una alegría verte por aquí. Tanta que me acerco a saludarte, aunque esté ahora apartada del blog (por sanidad mental).
Un beso