miércoles, 23 de enero de 2019

Contigo aprendo


Ilustración: Alba Garrido Gómez

Hace trece años a estas horas todavía temía no reconocer las contracciones con las que anunciarías tu llegada tan esperada. Cuatro horas más tarde supe que ese día conocería tu cara. Media hora después lo confirmé. Era un dolor intenso, concentrado, imposible de obviar y portador de la mejor noticia posible.

Te lo digo en cada cumpleaños: parirte fue una fiesta. Desde la primera contracción hasta que apareciste abriendo inmediatamente tus ojos pasaron menos de trece horas. En ellas me di un baño de tina, hice una lista con los horarios de las contracciones y otra con las llamadas de tu padre para saber cómo estábamos (fueron más frecuentes las llamadas), comí un plato de lentejas, conduje hasta la clínica y me pasaron inmediatamente a la sala de preparto. Mis padres, tu padre, dos amigas, el personal sanitario que ya era como de la familia… anécdotas, risas, alegría… estaba claro que todo saldría bien!! No podía ser de otro modo.

A las seis y media de la tarde echaron a los invitados y prepararon la habitación para recibirte: temperatura tibia, luz tenue, sonando la música que yo había elegido para que nacieras en tus dos tierras a la vez (“O son do ar”, de Luar na Lubre)… En cuanto me colocaron empujé una primera vez. No había dolor, pero sí te sentía deslizarte dentro de mí para buscar tu primer abrazo. El segundo empujón lo frustró una carcajada por alguna broma del neonatólogo, creo, así que esperaste al tercero para salir.

Ya llegaste curiosa. Al primer segundo tenías abiertos tus grandes ojos, que se encontraron con los míos mientras te colocaban sobre mi pecho. El cordón aún latiendo, manteniéndonos inseparables. Permaneciste unos minutos mientras yo te miraba queriendo conocerte entera. Luego fue tu padre quien te dio un baño tibio para vuestro primer apego temprano y empecé a escuchar los datos de tu nacimiento. Eras perfecta. Eres perfecta.

Fotografía: "Mayo en Deauville", de Rudy Garrido

Tus primeros cinco años fuimos la una para la otra. Entiendo que no fue fácil para ti la llegada de tus hermanas, igual que sé que las amas hasta el infinito y podrás disfrutarlo en cuanto te lo permitas. Ya empiezas a hacerlo, y se me llena el corazón de amor viéndoos, viéndote quererlas.

Ahora las cosas cambiaron. Todo cambió. Todos cambiamos. Tú te has convertido en el esbozo de una maravillosa mujer, grande, segura, inteligente, bella, ingeniosa, divertida, creativa, apegada a las afirmaciones (casi científicas) porque al mundo de los juicios y las emociones (inmensamente profundo en ti) te resistes un poco. ¡Me veo en ti y te veo en mí tan a menudo! Estamos iniciando esa etapa de amor-odio de la que tanto aprendemos. Porque tú aprendes de la vida y yo contigo aprendo a ser madre. Porque en este rol soy tan joven como tú. Sólo pido que no perdamos este decirnos todo, venga de la emoción que venga.

Ahora dibujas como los ángeles, has hecho ya una decena de comics, estás escribiendo tu primera novela, te gustan los chicos inteligentes y divertidos y no el guapito de la clase, eres una óptima alumna no tanto por estudiosa como por curiosa, y eso me llena de orgullo. Tú siempre me llenas de orgullo. Y cuando no lo sientes así es sólo porque yo no siempre sé expresarlo. 

Nunca dudes de mi infinito amor por ti.
Gracias, Alba, por ser mi hija.
Gracias, Alba, por ser.

¡Feliz cumpleaños!

Fotografía: En París. Enero 2017

20 comentarios:

  1. Lindo!
    Feliz cumpleaños!
    Un abrazo.

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  2. Muy bonito post. Esa hija que despunta como una perfecta mujer futura, será feliz, sin duda, por tanto amor como le has dado

    Felicidades a ambas. Un abrazo

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  3. Cuánto amor, y respeto, y confianza pusiste en ella, Alís... Ya todo tuvo sentido, verdad? Felicidades a ambas. Felicitaciones a ambas.

    A seguir cumpliendo años juntas y a seguir cambiando el futuro de este mundo y las relaciones humanas haciendo hoy un mejor mañana. Así se hace.

    Abrazo grande!!

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  4. Ay esa madre que es pura emoción...

    :)

    Felicidades para las dos.

    Besos.

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  5. Dices en tu perfil que expresar sentimientos no es tan fácil pero en este caso rompiste aguas el mismo día del alumbramiento de Alba.
    Tu hija es afortunada.
    Enhorabuena !

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  6. Hago mías las palabras de Juncal... No se aprecia dificultad alguna en esta natural exposición de intenciones y sentimientos.

    Y Alba sí parece afortunada. Por ella misma y la trayectoria que trae, y por ti.

    Abrazos Alís.

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  7. Una entrada llena de amor, preciosa y mas


    Abrazos Alis

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  8. Y es que no haría una por uno/a de sus retoños, verdad?

    Tuve la suerte de conocerla, y es tal y como va creciendo... y la describes.
    Por aquí decimos que "les chats ne font pas de chiens"... y que pese a toda crisis adolescente, cuando las bases estaban ahí, y bien puestas, vuelven...

    Besos de orgullo de madre, Alís.
    Y un abrazo enorme.

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  9. Te entiendo bien, yo supe qué era verdaderamente la ternura cuando nació mi hijo.

    Felicidades a las dos.

    Un beso.

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  10. Pero que preciosidad de texto, me has hecho ponerme tierna (hasta me han entrado ganas de tener hijos) jajajaja besos mami

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  11. Amor, amor verdadero. Que hermoso lo que le escribiste a tu hija. Felicidades para las dos. Los hijos son un tesoro. Saludos emocionados amiga.

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  12. Qué bonito, Alís. Yo no pienso en tener hijos, el cerebro humano es una "trampa", yo creo que es necesario tener vocación para educar a un niño y, para ser sincero contigo, pienso que la mitad de las personas que tienen hijos no deberían tener, pero con certeza eso no te incluye, porque además de tu sensibilidad y amor, tienes una mente abierta dispuesta no sólo a enseñar pero también a aprender, así cabe más mundo en nuestras almas. Las fotografías son hermosas. Abrazos. :)

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  13. Alfred: Gracias!! Un abrazo

    Albada Dos: Será feliz siempre que reciba amor de sí misma. Muchas gracias. Un abrazo.

    Carlos Perrotti: ¿Sabes una cosa? Me da la sensación de que cuanto más acepto que estoy aprendiendo a ser madre y no sé hacerlo, mejor lo hago. De mis hijas aprendo muchísimo más de lo que les enseño. Y me encanta. Muchas gracias. Un abrazo grande!

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  14. Toro Salvaje: Desde luego, más emoción que madre!! Y así me va, jajaja. Muchas gracias. Besos.

    Juncal: Yo soy la afortunada. Los hijos nos enseñan que lo más importante, lo que más sirve, es mostrar lo que sentimos. Si ya lo extrapolamos al resto de la vida, nosotros estaremos siendo buenos aprendices y nuestros hijos se convierten en catedráticos. Gracias. Beso

    Ernesto: Usas la palabra exposición y me seduce la idea de retraerme. Alba es afortunada por ella misma, sin lugar a dudas. Muchas gracias. Espero que todo esté yendo bien. Un abrazo grande

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  15. Precious: Muchas gracias. Un abrazo grande.

    La Zarzamora: Agradezco mucho tus palabras. Ella también te recuerda. Me gusta esa expresión, que además tiene gatos. Besos, Eva

    Ilduara: Yo conocí la ternura como hija, en mi madre. Quizá por eso pude reconocerla con mis hijas. Gracias. Un beso

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  16. Laura: Anda, que tú siempre estás tierna! (Si te dan ganas, ten hijos. Habrá días en que te arrepientas y días en que no, jajaja). Besos

    Sandra Figueroa: Los hijos son un regalo, y muchas cosas más. Muchas gracias. Un abrazo grande

    Ulisses de Carvalho: Gracias!!! ¿Qué te hace pensar que tú eres de la mitad que no debería tener hijos? Yo creo que cualquier niño o niña sería afortunado/a de tener un padre sensible e inteligente como tú. Unha grande aperta

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    1. Gracias, Alís, pero yo creo que no tengo vocación. Mi hijo es mi perro! Jeje. Abrazos.

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  17. Qué genial es volver a este rincón y encontrar un texto tan tan maravilloso como éste. Gracias Alís. Retengo este bonito homenaje a tu hija para el día en el que sopese tener descendencia.
    Me ha encantado el dibujo, y vuestras fotos. Gracias por compartir esta historia. Me ha maravillado.

    Te mando un abrazo enorme,
    Pat

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  18. Madrilenials: Te he echado de menos, Pat. Gracias por tus palabras, sobre el texto y sobre las imágenes. Le contaré a Alba que te encantó su trabajo. Tengo una preciosa artista en casa. Un abrazo enorme

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  19. Ulisses: Si es tu deseo, me parece genial. Mientras no sea por miedo ;-) Besos

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