- ¿Por qué no sigues bailando? No puedo apartar mi mirada de tus caderas.
- Por eso mismo no bailo. Me cortas.
- Antes no te cortaba que te mirara.
- Antes no es ahora.
- El tiempo es infinito. Y me gustas, sea antes o ahora.
- ¿Ah, sí? El tiempo será infinito, pero a nuestra relación tú le pusiste fin.
- Y me arrepiento cada vez que te veo bailar. Aún recuerdo la sensación de estar en ti mientras tus caderas dibujaban ochos.
- No dibujaba ochos. Era el infinito.
Admiro esa capacidad tuya de construir diálogos como si estuvieras dentro de esas dos personas.
ResponderEliminarNo es fácil.
Besos.
Hay movimientos que son al cuerpo lo que el ronroneo a la voz
ResponderEliminarHay infinitos que aún siendolos se apagan ...
ResponderEliminarMe encantó ese final , esa frase final .
Un abrazo grande
.
Lástima que algunas personas valoren lo que perdieron sólo cuando ya es tarde...
ResponderEliminarEn unas caderas puede caber un infinito, y más allá, sí.
:)
Besos, Alís.
Hacemos finito lo infinito de manera consciente, después nos lamentamos, pero ya no existe solución.
ResponderEliminarUn beso.
Me siento inmerso en esa conversación y la paladeo.
ResponderEliminarBesos.
¡Como para olvidar ese infinito!
ResponderEliminarBss
El tiempo no hace más que regresar...
ResponderEliminarMe encantó. Abrazo.
Antes no es ahora....dicen que nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido....ahora que se conforme con ver sus caderas.....saludos
ResponderEliminarSí que hay creatividad en estos diálogos... Y añadiría que mensajes ocultos... :)))))
ResponderEliminarHay un trasfondo de sensibilidad en la comunicación. Tal vez una necesidad!
Abrazo Alís.
Wow, te confieso, no miento... me has dejado con la boca abierta.
ResponderEliminar<3
beso grande
ResponderEliminarToro Salvaje: Será que ambos me habitan... Muchas gracias. Un. beso.
Juncal: Me gustó esa comparación. Mucho. Besos.
Precious: Muchas fuerzas deben conjugarse para construir el infinito, y no siempre se dan. Muchas gracias. Un abrazo
ResponderEliminarLa Zarzamora: ¿A quién no le habrá pasado eso? Confieso que a mí sí me ocurrió. Besos, Eva
Ilduara: Y algo de lo infinito permanece siempre, aunque sólo sea para provocarnos el arrepentimiento. Un beso.
Alfred: Espero que sea para bien, ;-) Besos
ResponderEliminarDe barro y luz: Hay movimientos que se clavan en la memoria. Besos
Carlos Perrotti: Cada vez más, al menos en mi caso. Gracias. Un abrazo
Sandra Figueroa: Es una buena venganza ese movimiento de cadera, si quisiera vengarse... Un abrazo
ResponderEliminarErnesto: En todo podemos encontrar mensajes ocultos si queremos buscarlos. Creo que siempre hay alguna necesidad en todo lo que escribo. ¿A ti no te pasa? Un abrazo
Laura: Espero que la hayas cerrado, jajaja. Gracias!!! Un beso grande
Sorprende qué tanto y de qué manera construyes historias en diálogos tan pequeños. Ese cimbreo femenino puede que se aletargue, sobre todo si el hombre se cansa de la mujer, pero seguro que, infinitamente, sigue vivo en las caderas de cualquier mujer que ama.
ResponderEliminarMuy bueno, Alis. feliz día, de bailes de puntillas, o descalza, o abrazada :-). Un abrazo
ResponderEliminarAlbada Dos: Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo grande