Cierro los ojos. Me dejo caer hacia atrás.
Es una caída suave, casi a cámara lenta.
Me da tiempo a sentir la brisa sosteniéndome,
meciéndome como a hoja de otoño.
Me deslizo entre los algodones de tus palabras,
de tus sonrisas tímidas, coquetas, provocadoras…,
de todas tus sonrisas.
Tú pones las reglas, los horarios,
incluso condiciones si quieres.
Volveré a cerrar los ojos y a dejarme caer.
Y no lo olvides:
no es sumisión, es confianza.
El placer de dejarse caer a sabiendas que nunca serás añicos...pocas cosas deben existir tan reconfortantes.
ResponderEliminarUn beso.
En un cursillo que realicé teníamos que hacer eso y te quieres creer que me negué... no confiaba en la gente que había allí, en teoría compañeros míos... el tiempo me dio la razón.
ResponderEliminarOjalá esa confianza que depositas jamás te duela.
Besos.
Yo tiendo a confiar, y muchas veces he errado, pero es precioso saber que hay complicidad en esa confianza.
ResponderEliminarUn abrazo
Que lindo, por dejarse caer con tanta confianza y que tengas la seguridad que te sostendrán y que no te harás daño.
ResponderEliminarPor supuesto que no es sumisión (aunque seguro que habrá gente que así lo verá) es confianza.
Y el texto es dulce, muy dulce.
Besitos guapa.
Confiar siempre, pese a todo. La vida es riesgo. Hoy hasta respirar lo viene siendo...
ResponderEliminarPoema tan bien contado. Abrazos
Las plumas confían en las alas del aire.... de ahí el vuelo.
ResponderEliminarBss
Pero a cámara lenta, eh
ResponderEliminar😄
Confía dudando, pero confía.....saludos.
ResponderEliminarSiempre confio en una persona nueva.
ResponderEliminarNunca le cargo con pecados de otras presencias anteriores.
La confianza es una de esas cosas que si se pierde no se recupera, pero mejor vivir pensando que la persona que tengo a mi lado es de confianza que hacerlo en vigilancia y duda permanente.
Me cansan las personas que desconfían de mi por experiencias pasadas con otras gentes. Generalmente me alejo.
Pero: Vuelvo a la primera línea de este comentario.
Qué bonito.
ResponderEliminarY qué felicidad poder sentir esa confianza plena.
Saludos
¡¡Qué alegría tener esa confianza¡¡
ResponderEliminar¡¡Besos¡¡
Si con hechos me la devuelve, la mía será eterna, de lo contrario... va a ser que no, que el hostión suele ser de órdago tras la confianza depositada.
ResponderEliminarTampoco suelo cargar a nadie mi mochila, pero lo vivido me ha demostrado ser más cauta, y si he de volar, que me encanta será con quien no me soltará mientras mira su propio ombligo, o no contó conmigo en mi forma de volar...;)
Es tan solo una manera más de poner los pies en el suelo, le dicen, creo.
Beso grande, Alís.
Confiar... tan importante, tan olvidado...
ResponderEliminarPaz
Isaac
ResponderEliminarIlduara: Y a sabiendas también de que hacerse añicos es parte de la vida. Un beso
Toro Salvaje: Sí te creo, sí. Creo que me hubiera sorprendido más que te hubieras dejado caer. ;-P
Gracias por tu deseo. Besos
Albada Dos: No confiar también tiene un importante margen de error. Es verdad, es precioso sentirla. Un abrazo
ResponderEliminarLaura: No sé si la seguridad de que me sostendrán y no me harán daño, pero sí de que harán todo por intentarlo. Con eso me basta. Muchas gracias. Un besote
Carlos Perrotti: Confiar sin olvidar la cautela, que no es cuestión de ir a lo loco, jaja. Muchas gracias. Un abrazo grande
De barro y luz: ¿Habrá otra forma de volar? No creo. Besos
ResponderEliminarJuncal: Sí, despacito... ;-)) Besos
Julio David: ¿Y si le llamamos entrega? Menuda oferta tu abrazo, ¿no? jajajaja. Un abrazo para ti
Sandra Figueroa: ¿Confiar dudando? Parece contradictorio, pero creo que te entiendo. Sí, confiar no impide la cautela. Un abrazo
ResponderEliminarGuille: Es un buen punto de partida comenzar confiando, seguro que permite que ocurran más cosas que desde la desconfianza. Y qué bueno que cada cual cargue sus propios pecados. Es cierto que eres sabio. Bienvenido, Guille ;) Para recibirte también con una sonrisa. Un abrazo
alasdemariposa: Muchas gracias. Creo que he tenido la suerte de conocer a muchas personas en las que pude y puedo confiar. También de las otras, pero no les hacen sombra a los primeros. Un abrazo
Amapola Azzul: Estoy de acuerdo contigo. Bienvenida a este espacio! Un abrazo
ResponderEliminarLa Zarzamora: Ser cauta es necesario, no se trata de una confianza ciega como la de nuestros primeros años. La confianza se gana, y también se otorga. Sin otorgar una primera dosis difícilmente podrán demostrarnos si la merecen o no. Besos, Eva
Isaac: Y, lo que para mí es lo más difícil, confiar en nosotros mismos. Bienvenido. Un abrazo
A veces nos sentimos tan cómodos con algunas personas que dejamos volar nuestros sentidos, realmente tus versos están llenos de pasión y de amor, me ha encantado. Aquí tienes a una nueva seguidora sin duda, nos leemos!
ResponderEliminar
ResponderEliminarMelissa Hernández: A veces sucede, sí, y debemos disfrutarlo. Muchas gracias por tus palabras y bienvenida a este espacio. Saludos
E que bom poder confiar dessa maneira, sem ser cega, em alguém. Traz leveza. Como na imagem!
ResponderEliminar
ResponderEliminarUlisses de Carvalho: Es una sensación que deberíamos sentir al menos una vez en la vida (ojalá más). Gracias. Besos
Siempre hay un ángel de la guarda a mano y los dibujas muy bien.
ResponderEliminar
ResponderEliminarEduardo Mancilla: Para ver ángeles hay que creer en ellos. ;-)) Gracias. Besos