Fotografía: Rodney Smith
- ¿Por qué me corriges? Tú lo haces así.
- ¿Y tú qué quieres?…, ¿aprender cómo se hace o como yo lo hago?
- Se supone, si eres mi maestra, que debieras dar ejemplo.
- Ésa es tu visión. Y la acepto. ¿Quieres que sea ejemplo? Soy ejemplo de que en esta profesión estamos siempre aprendiendo, que casi nunca o nunca hacemos todo perfecto. Tampoco creo que exista lo perfecto, y de existir, tal vez no consista en hacerlo todo como se debe. En esta profesión, quienes somos se refleja en lo que hacemos, vamos tropezando con nuestros obstáculos, apoyándonos en nuestras heridas y brillando con nuestros dones. Esto es lo que lo convierte en un arte. No busques la absoluta corrección en la pasión. Y ahora dime, ¿quieres aprender mis dones y mis carencias, o quieres aprender cómo se hace para que luego tú le pongas los tuyos, tu sello, tu arte?
Ay los humanos... siempre discutiendo... por todo eh...
ResponderEliminarBesos.
Mejor me manifiesto a mi manera.
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Besos.
ResponderEliminarA mi punto de vista Le parece una acertada reflexión
Un beso
Se supone que hablamos de adolescentes…, “exigiendo” qué demos ejemplo mientras ellos, si se les permite, te complican la vida… aunque sea en pequeños detalles.
ResponderEliminarSí, seguro que de existir no consiste en hacerlo todo como se “debe”.
Acertado lo de la no corrección en la pasión. Muy cierto!
Sobre dones, carencias y cómo se hace nada digo. El sol sale cada día… y por ello las lecciones son un “ver venir"… diario!
Abrazos Alís.
PD: Quiero pensar... que en eso de: "...o cómo yo lo hago?", no está incluido, como ejemplo, el modelito del sobrero :)))))
No existe lo perfecto, sino la manera mejor que uno sabe y puede hacer. Da igual en qué material :-)
ResponderEliminarUn abrazo y feliz jueves
La pasión carece de normas, no existen guías sino MAESTROS que hacen de amar un arte.
ResponderEliminarUn beso.
Creo que quien más carencias tiene, es quien más se cuestiona sobre este tema.
ResponderEliminarOjalá todo fluyera... y cada cual se mirase su ombligo en lugar del ajeno.
Por la parte que me toca, lo que ya di por perdido en su día, ya fue.
Y de lo que sigo alimentándome, y me alimenta, siendo quien soy, también sé que jamás me saciaré.
Un gran abrazo, mi gran Alís.
Cada uno debe darle la forma a su manera, nadie nace enseñado pero una vez se aprende algo, creo que cada uno debe moldearlo a su parecer y ponerle sello propio.
ResponderEliminarSi no, de que estaríamos hablando... de copias, de falsificaciones, de imitaciones....?
Bonita reflexión Alis.
Un beso bonita.
No todos los ejemplos son buenos a seguir....Saludos amiga.....Cuídate mucho.
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ResponderEliminarToro Salvaje: Discutir no es malo. Es incluso necesario. Lo malo es no escucharse, no validarse, no respetarse, no cuidarse (no es reflexivo, digo mutuamente). Besos
Alfred: Sí, ¿verdad? Y lo bien que lo haces! Besos
Juncal: Me cae bien tu punto de vista ;-) Beso.
ResponderEliminarErnesto: ¿Algún problema con adolescentes? jajaja. Escribiéndolo pensé en una conversación de adultos, pero tú léelo como te haga sentido. PD. Jo, mira que me costó pillar lo del sombrero! Ando lenta, es el cansancio acumulado. Un abrazo.
Albada Dos: Aquí en Chile dicen que la perfección es enemiga de lo bueno, y me hace sentido. Coincido contigo. Un abrazo grande.
Ilduara: Siempre preferí los maestros antes que los profesores. Y creo que he tenido suerte con los que el camino me puso delante. Besos.
ResponderEliminarLa Zarzamora: Que no nos falte alimento para el cuerpo, para el alma, para el corazón. Y no por ese orden. Besos, Eva
Laura: Creo que todas las cosas que me han salido bien es por haberlo hecho genuinamente. Muchas de las que me salieron mal, también. Pero no sé otro modo de hacer si no es también siendo. Gracias. Un beso grande.
Sandra Figueroa: Cierto, los ejemplos pueden ser buenos y malos. Saber distinguirlos debe de ser algo así como un arte. Un abrazo grande