Fotografía: Jorge Manjón Bernal
El destino me sirvió
la gota que colmó el ojo.
El llanto que me arrasa,
que me toma, me desgarra
tiene nombre y tiene rostro,
y el vacío de tus cuencas.
Tu cadáver me sonríe,
me hace muecas que no entiendo.
¿Eres la vida?
¿Eres la muerte?
¿Eres el vacío que me posee?
Me has hecho un hijo que nacerá muerto,
me has hecho un sueño que no despierta,
me has hecho bella,
me has hecho monstruo,
me has hecho rayo de Luna,
el silbido del viento,
me has hecho todo lo que quise
hasta que no supe parar.
No quise parar.
Me he hecho añicos,
mil guijarros erosionados
por este llanto sin consuelo,
por este pecho adolorido,
el desgarro en las entrañas.
Extiendo mi mano buscando tu roce,
te traspaso, incorpóreo.
Te he convertido en fantasma,
te he condenado a mi lado,
te he elegido como ariete
para derribar mi soledad.
Ahora este llanto que me arrasa,
que me toma, que me desgarra,
se aferra a tu estela,
a tu recuerdo, a tu sombra
que se escurre y desdibuja.
Y tu presencia deseada
se desvanece, se convierte
en este llanto que me arrasa,
que me toma, me desgarra.
Palabras... con una profundidad salida de ese espacio que, estando en uno, no es fácil de alcanzar, aceptar, y dejar libre!
ResponderEliminarFuerte abrazo Alís.
Un vacio tormentoso.
ResponderEliminarBesos.
Desolación y desgarro.
ResponderEliminarDesamor con todos sus resquemores.
Besos, Alís.
¡Qué haríamos los poetas sin podernos liberar en los versos!!!
ResponderEliminarBss
Noto mucha tristeza en esta entrada, el amor, con demasiada frecuencia, produce mas dolor que bienestar... también olvidamos mas rápido los buenos momentos que los malos, porque los malos ocupan mucho mas tiempo....y son mas difíciles de sobrellevar.... no se, he entendido esto de tus palabras.
ResponderEliminarSolo espero que estés bien, te mando un beso muy grande.
Es curioso comprobar como la ausencia puede llenarlo todo y produce una sed que solo saciaremos el día que apuremos el vaso que hemos ido llenando con nuestro propio llanto.
ResponderEliminarUn beso.
Y el llanto me desgarró hasta formar hebras que me condujeron a ese otro silenciado durante años y resucitado entre versos.
ResponderEliminarUn beso.
ResponderEliminarErnesto: Dejarlo libre puede tener consecuencias. Para nosotros y para los demás. Quizá ahí habita el miedo. Un abrazo
Alfred: Lo peor del vacío es cuando se llena de dolor. Besos
La Zarzamora: Más bien un intento de ponerle palabras al llanto. Besos
ResponderEliminarDe barro y luz: No sé los poetas, pues no me considero tal, pero sí sé que o sacamos lo que nos hiere tanto por dentro o acabará saliendo de un modo más doloroso. Besos
Laura: Me gusta leer qué entiendes tú de mis palabras. De éstas te diré que se mezclaron varios dolores pendientes de salir, y un evento gatillante hizo el resto... Un beso grande
ResponderEliminarXuanRata: Cómo llena la nada, ¿verdad? Me gusta como lo expresas. Un beso
Ilduara: A menudo tengo la sensación, con tus comentarios, de que nos conocemos, y tu nombre me despista. Y en esta ocasión, siento que me conoces incluso mejor que yo misma. Un beso grande
Uau !.
ResponderEliminarTiene garra el poema.
ResponderEliminarGarra de desesperación.
Es bueno.
ResponderEliminarPaideleo: Non sei ben cómo interpretar ese uau, así que só direi que me alegra verte por aquí. Unha aperta
Toro Salvaje: GRACIAS, así, todo con mayúsculas. Un beso
¡Alís! Hace unos días me hablabas de una ilusión, y hoy que retomo tu blog, y me pongo al día, me encuentro con este poema maravilloso, pero desgarrador. Espero que escribirlo fuera un bálsamo.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte,
Pat
ResponderEliminarMadilenials: Sin duda fue un bálsamo. Un abrazo fuerte, Pat