Fotografía: Kültür Tava
Te pido perdón, en público, por convertirte en la obsesión necesaria para abstraerme de tanto fracaso. Para librarme de la culpa, de la ignorancia, del miedo y la vergüenza. Culpa por las decisiones tomadas y por las postergadas. Te pido perdón por haber creído que podíamos acompañarnos a transitar la pena. Te pido perdón por hacer más caso a tus palabras que a tus actos, cuando mentías, y al revés, desoírte cuando decías la verdad para anclarme en tus gestos. Siempre te contradecías y yo escuchaba lo que me convenía. Te pido perdón, pues, por mi sordera. Y por la ceguera, teñida de rabia a veces y otras, de la más profunda de las gilipolleces. Te (me) pido perdón por haberme dejado arañar la dignidad en más de una ocasión. Y por no olvidarte inmediatamente después. Te pido perdón, por ello, por no haber aprendido a distinguir tus momentos, cuándo ansiabas la cercanía y cuándo te cubrías de púas. Te pido perdón por no haber sabido mostrarte mis intenciones, por caer en las tuyas y perder ambas después. Te pido perdón por no haber marcado mi territorio a tiempo y permitirte transgredirlo más de una vez. Y de dos. Te pido perdón si por mi causa has tenido que pagar por tus pecados. Te pido perdón por pecar contigo, sin arrepentirme (aún). Te pido perdón por permitirte creer que bebía los vientos por ti. Te pido perdón por dejar que lo usaras en mi contra. Te pido perdón por no haber puesto los puntos sobre las íes cuando aún estábamos a tiempo. Te pido perdón por el desastre en que me (has) he convertido. Te pido perdón por haberte mostrado todas mis sombras, con tanta luz aún por descubrir. Te pido perdón por pensarte, como quien no deja partir a un fantasma.
Te (me) pido perdón.
Es una interesante cualidad la de saber pedir perdón, incluso saber por qué perdir perdón. En ciertas ocasiones me parece que tengo que hacer un reset en mi vida, porque he perdido bastante esto. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Emilio, por tus palabras. Creo (sé, por experiencia) que el perdón de una de las declaraciones que más libera. No sobreviviría si no hubiera perdonado, ni podría mirarme al espejo si no supiera pedir perdón.
EliminarBicos
Todo mi cariño Alis, y el tiempo que necesites, aunque deseo que ese dolor se suavice cuanto antes.
ResponderEliminarUn besoabrazo enorme y cuídate.
El tiempo fue ya, Carmela. Nada como una semana horribilis y permitirme tocar fondo para tomar impulso. No sé cuánto dure, pero algo cambió esta semana. Y te confieso que lo digo con cierta vergüenza.
EliminarMuchas gracias por tu compañía
Beso enorme
Vuelve cuando quieras y el cuerpo te lo pida, Alis. No sé si hay que pedir perdón por haber amado, de la manera imperfecta que acaba siendo la única que sabemos . Tal vez hay que hacer una parada técnica, con los afectos y la vida, para recomponer y reordenar sentimientos.
ResponderEliminarUn abrazo
Albada, estos días han sido tan locos (por decirlo suave) que no podía mantener una decisión por más de un rato. Fue como estar sin suelo bajo los pies. Y ahora parece que estoy pisando en una superficie algo más estable. Toco madera para que dure.
EliminarMuchas gracias, por tu presencia, por tus palabras y por tu compañía
Un abrazo grande
ártico ha dejado un comentario en la entrada "Te pido perdón":
ResponderEliminarvolveré
al norte
Perdón, ártico
EliminarLo borré sin querer
biquiños
ártico,
Eliminarel norte siempre espera
(espero)
biquiños
Leo los primeros comentarios y no me cuadran con el texto.
ResponderEliminarHas borrado algo?
Bueno, igual es que estoy medio dormido.
Ya ya no me pido perdón... para qué?
Besos.
No se te escapa nada, Xavi. (Ya te expliqué)
Eliminar;)
Besos a montones
Sé que escribes con el corazón; no tengo ni la más mínima duda. Lo que no sé es cual pueda ser tu edad y dicen que un caballero no pregunta esas cosas. Pero espero que tu edad sea la adecuada.
ResponderEliminar¿Para qué? - Pues para que pasados unos años, te puedas dar un panzón de risa a leer de nuevo algunas de las cosas que hoy, escribes con tanta e indudable autenticidad.
¿Y cuál sería la edad adecuada, Noxeus? Tengo 52 y temo que no sea la adecuada, jajaja. Y me reiré, seguramente sin tener que esperar unos años.
EliminarMe hiciste recordar una anécdota. Primer año en la Universidad, fiesta en un colegio mayor (yo tenía 17 ó 18, según la fecha de la fiesta que no recuerdo). Me invita a bailar un chico muy guapo y mayor. Bailamos y conversamos. "¿Cuántos años tienes?", me preguntó. Y yo, para hacerme la interesante y como siempre me echaban más, le dije: "¿Cuántos crees tú?". "Por como hablas, 13 ó 14", respondió. No hablé más, muerta de vergüenza. Ahora me río, claro.
Bicos
Con el tiempo se dará cuenta que no hay perdón que pedir/se por lo que son anécdotas en el transcurrir de la vida.
ResponderEliminarBesos.
Alfred, yo creo que el perdón nunca está de más. Le tenemos demasiado miedo. Deberíamos normalizarlo. Y eso no quita que el tiempo relativice todo.
EliminarBesos
Las obsesiones nunca son buenas y menos en el amor ..El pedir perdón siempre gratifica al ser humano , pero en este caso que leo tal vez el perdon tendria que ser conjunto ..aunque siempre hay una de las partes que tiene más sentimiento de culpa ..un poema lleno de claves y de formas de amar o sentir . Un abrazo Alis .
ResponderEliminarCampirela, una relación siempre es cosa de dos. Es difícil imaginar una situación en que sólo uno de los dos deba pedir perdón. Pero alguno debe dar el primer paso.
EliminarMe sonrío cuando dices eso de "lleno de claves". No se me escapa que eres muy observadora y muy inteligente. Me gusta.
Besitos
Eres inteligente hasta para pedir perdón.
ResponderEliminarBesos.
Macondo, acabas de sacarme los colores...
EliminarBesos
Que forma más preciosa de pedir un perdón.
ResponderEliminarEl paso del tiempo es el que acepta perdón o no.
Pero dicho así seguro que sí.
Feliz día Alís.
Un beso
Carmen Silza, pedir perdón es a menudo el primer paso para poder perdonarnos a nosotros mismos. Sólo por eso ya vale la pena.
EliminarMuchas gracias
Besos
Un texto tan personal y profundo que, en lo que a mí respecta, ni una palabra más!
ResponderEliminarFuerte abrazo Alís.
Ernesto, sorprendida me hallo...
EliminarMuchas gracias.
Un abrazo grandote
Qué texto tan enérgico tras la excusa de "te pido perdón". Te habrás quedado con ganas de exigir que te pidan a ti perdón, ¿o no?
ResponderEliminarFackel, esas ganas ya las traía de casa, jajaja (¡qué avispado!). Te diré, eso sí, que me quedé bastante a gusto.
EliminarBesos
Ponto y aparte, porque lo que es punto y final va ha llevar tiempo.
ResponderEliminarTodo se consigue y los gallegos mas.
Beso
Erik, y las gallegas ya ni te cuento.
EliminarMuy cierto lo del punto y aparte y el punto final. Como dices, estamos en el primero. Veremos cuándo llega el segundo.
Beso
Sólo debería pedir perdón aquel que sabe perdonar.
ResponderEliminarBesos.
Juan L. Trujillo, ser perdonado es un primer paso para aprender a perdonar. Yo me conformo con que pida perdón quien de verdad está arrepentido, quien de verdad lo siente.
EliminarBesos
Haces bien en comenzar por perdonarte tus errores, eres tú lo mejor que tienes. Un abrazo.
ResponderEliminarmariarosa
mariarosa, como le decía a Carmen Silza, pedir perdón es un primer paso para perdonarme. En ello estoy.
EliminarUn abrazo
Es un texto profundo y sincero, esas son cualidades especiales :)
ResponderEliminarAbrazos!
Muchísimas gracias, Patricia K
EliminarUn abrazo grandote!
Sigues reinventándote, Alís, lo que no es poco, y mientras tanto dejas nos verdaderos versos de antología que inspirarán tanta poesía. No te sientas culpable de nada, sólo responsable de vos misma, y para esa tarea está haciendo lo que debes hacer, de modo que no detengas tu avance que se ve nítido en que escribes mejor cada vez.
ResponderEliminarAbrazo sin culpa ni pecado ni na, sólo afecto.
La culpa también hay que atravesarla, Carlos Perrotti. Sí creo que ahora estoy haciendo lo que debo, y aún arrastro la culpa por no haberlo hecho también en su momento.
EliminarUn abrazo
Ya pasó el tiempo de pedir perdón. Ahora toca vivirte, ser feliz y aprender del pasado para no volver a tropezar en la misma piedra.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Eva S. Stone, el momento de pedir perdón pasa en cuanto se pide. Y debe de ser el poder de las declaraciones, porque sí siento que ahora comienza otro momento: el mío.
EliminarEspero que de volver a tropezar, sea con otra piedra. (Iba a escribir las características de la piedra con que me gustaría tropezar, pero me las guardaré, jajaja).
Besos a montones
Pedir perdón restablece el equilibrio y nos libera de lo sucedido o de la persona que nos ha herido.
ResponderEliminarMe parece perfecto que sueltes todo lo que de alguna forma estaba hiriéndote o molestándote y trates de reinventarte de nuevo para afrontar la siguiente etapa sin lastres ni mochilas que te impidan avanzar.
Una vez más tu autenticidad brilla con luz propia y me alegro por ello.
Besos con todo mi cariño, querida Alís.
Estrella Amaranto, así es, el perdón libera. Aunque si alguien nos ha herido, no sería pedir perdón, sino otorgárselo ¿no?
EliminarSupongo que éstos son tiempos de escribir textos que disfruto y escribir otros que necesito. Éste es de los segundos.
Muchas gracias
Besos
El perdón se lo dejo a Dios.
ResponderEliminarPor la parte que me toca, ya según los libros de auto-ayuda tengo lo que me merezco...
Y dejé de auto castigarme, más de lo necesario.
Y se vive, mucho más que mejor...
No te autoflageles innecesariamente, vales, un Potosí... y a quien no sepa verlo, que le den.
Un abrazo grande, princesa.
Eva, ya que mencionas los libros de autoayuda te informo que acabo de convertir una de tus frases en mi nuevo mantra: a quien no sepa verlo, que le den.
Eliminar;)
Gracias, tú sabes
Besos
Prefiero pensar que de haber un culpable, es a partes iguales. Porque una persona sola no tiene la culpa de todo esto que nombras...
ResponderEliminarNo te juzgues tanto, y no pidas perdón por según qué cosas... Como te digo, es algo de dos...
Arriba ese ánimo, vale? Beso grande ❤️
Laura, siempre las culpas (o las responsabilidades, que me gusta más esta palabra) son compartidas. Siempre.
EliminarPido perdón por lo que he hecho y por consentir que me hirieran. De cómo me hieren que se hagan cargo otros.
Tú ya sabes que el ánimo está mejor ¿verdad?
Besitos
Yo como Ernesto,no voy a decir nada, solo escucharte y cogerte de la mano.
ResponderEliminarBesos linda.
lunaroja, aún no te he soltado la mano. Para que lo sepas
EliminarGracias
Y besos
Pedir-Nos perdón por haber maquillado y magnificado tanto lo que teníamos delante, por haber disculpado sus gestos, sus palabras, sus intenciones e intereses... Por decirnos... "Solo es así" Pasó y ahora es momento de agradecer haber salido de ese estado catatónico, ver-Nos, de Nuevo.
ResponderEliminarItziar Pascual decía en sus cartas de Penélope que cuando una está sola observa más, y hasta el paisaje cambia. Y Yo añado... Para mejor.
Mi abrazo inmenso lleno de ánimo y de cariño, preciosa mía ❤️
Auroratris, la soledad permite mirar mucho, a veces demasiado. Pero ver, descubrir, conocer... siempre es para mejor, de un modo u otro.
EliminarMuchas gracias
Besitos
También yo pienso que la cosa es de dos!!
ResponderEliminarPero perdónate tú para liberarte,amiguca
Si no nos perdonamos(cosa que se nos olvida)estaremos siempre esclavos y siempre nos sentiremos culpables
Yo te digo lo que creo que hay que hacer.Otra cosa es si podemos
Besucos linda!!
Gó
Gó, estoy de acuerdo en que la cosa es de dos (pero yo, como el colibrí, hago mi parte) y en que lo importante es perdonarme. Tras pedir perdón puedo hacerlo. Son los pasos que necesito seguir. No sólo en esta ocasión, sino siempre.
EliminarMuchas gracias
Besitos
¡Dios Alís! ¡Me veo en lo que escribes! ¡Ojalá yo ponga las palabras precisas a mis confusiones y sus desastres! Ojalá sepa leerme, leeros, ser firme en mis territorios, tierna en el amor, lúcida en los reversos.
ResponderEliminarUn abrazo
Ponte a ello, Loles Miva. Porque sé (porque te he leído) que sabes encontrar las palabras precisas para contar lo que quieres. Por ejemplo, aquí lo has hecho con esa declaración de intenciones.
EliminarUn abrazo enorme
Una de las cosas más nobles es la capacidad de pedir perdón.
ResponderEliminarTú lo acabas de hacer, aparte de inteligente, como he leído, sincero que es donde radica todo su sentido, y También lo haces compartido, y parece que no, pero aumenta su valor.
Y bueno lo bien escrito ya es que es algo tan tuyo, que creo que no sabes de otra manera.
Un abrazo
alasdemariposa, ¡¡me siento tan mimada por ti!! Como dije unos comentarios atrás, éste texto nació desde la necesidad de escribirlo (como tantos últimamente), fue sin pensar. Demasiado sentimiento como para añadirle el pensamiento. Y sí, me quedé a gusto.
EliminarGracias, siempre
Besos
Equivocarse es de humanos,
ResponderEliminarequivocarse es un defecto de todos.
Ofrecer disculpas o pedir perdón
es una virtud e pocos.
Ahora a disfrutar del presente, Alís !!!
Bicos amiga.
Joaquín Lourido, no estoy muy segura de que equivocarse sea un defecto (pienso, por ejemplo, en mis hijas aprendiendo). Equivocarse es humano, efectivamente, rectificar, pedir perdón y perdonar también lo es, y faclita las relaciones entre personas, que falta nos hace.
EliminarMuchas gracias
Bicos
Si fuiste feliz, ni perdones ni reproches. Al fin y al cabo los recuerdos gratos nos hacen más felices.
ResponderEliminarCuídate mucho.
Un beso.
Ilduara, me pasa que para poder quedarme con el recuerdo de los momentos felices necesito "limpiar" los que no lo son tanto. De no hacerlo, pueden pasar dos cosas: o ensucian lo que puede ser un buen recuerdo o impiden el olvido.
EliminarBicos
Dizem, dizem tantas coisas. Aprendi que um texto guardado não existe. Ele passa a existir quando há um leitor ou vários leitores. E se aprende também que um texto é soma de todas as leituras. Teorias aprendidas, nunca esquecidas. Com cuidado, veremos como os olhares se fundem, se confundem, se interpenetram. Creio que este texto tem muito “vida grafada” p biografia (uma parte, claro), mas tão cheio de recursos estilísticos, que o tomei como uma literatura confessional no qual as fronteiras entre o real e a invenção são tênues. Talvez por vício, assim o veja.
ResponderEliminarEspero que não reprove inteiramente a minha leitura. Não será a primeira que serei reprovado, risos!
Beijos,
José Carlos Sant Anna, efecivamente las fronteras entre lo real y lo ficticio son borrosas, y se cruzan a menudo. Especialmente en cierto tipo de textos, como éste.
EliminarNo sólo no repruebo tu lectura, sino que me encanta. Vas más allá de la anécdota, y lo que dices no sólo es muy interesante, sino también muy bonito.
Muchas gracias
Beijos