Me alegro cuando apareces.
Me gustan los diminutivos que usas para llamarme.
No todos.
No siempre.
E igual me haces sonreír. Eso sí casi siempre.
Pero eres tan incierto como el futuro.
Eres presente indescifrable.
Y no estabas en el pasado.
Eres sorpresa y cosquilleo.
Eres alerta y a veces miedo.
Me gustan los enigmas, pero prefiero los juegos de lógica.
No sé si me dices lo que sientes
o lo que crees que quiero escuchar.
Y ni siquiera sé qué deseo oír,
más allá de tu silencio presente,
tu respiración y nuestro deseo.
Eres laberinto que invita a entrar,
el peligro de un callejón sin salida.
Eres tentación.
Y estoy a punto de caer en ti.
Hermoso texto (como todo lo que sale de tus manos) y puedo jurar que lo escribiste sonriendo (porque lo hiciste pensando en ese alguien que te hace sonreír).
ResponderEliminarY me parece percibir que tus letras tienen un efecto reflejo, es decir, de alguna forma te describen a ti misma, porque tus temas parten de la lógica, se desarrollan en la coherencia y se basan en el razonamiento (puedes ser muy analítica cuando quieres serlo) pero a la vez, puedes mostrar un enigmático semblante (ejemplo, cuando dejas un final abierto y me quedo pensando en él por horas).
Solo me resta decir, que tus escritos son una amalgama perfecta entre la realidad y la fantasía, pues imprimes lo que te dictan tu imaginación, tu talento y tu propia filosofía, convirtiendo a tus obras en una dulce tentación.
Gracias por tan delicioso momento de lectura.
Juan Carlos, ¿por qué tengo la sensación de que NOS hemos leído antes?
EliminarTu comentario, que considero muy generoso y te agradezco (no imaginas cómo está en este momento mi ego) no parece de alguien que haya llegado a este blog hace un par de entradas.
Su "cara" me suena. E intrigada me quedo.
;)
Un abrazo
Inspirados versos, Alís, crean una atmósfera tan enigmática como seductora, tan incierta como esperanzada, tan impasible como provocadora.
ResponderEliminarAbrazo tan...
Carlos Perrotti, me gusta esa atmósfera. Y me sienta bien.
EliminarAbrazo ¿tan...?
Difícil me lo pones, Julio David. Mi mejor amiga en la adolescencia acortaba todos los nombres y me decía Ali. Según de quien venga, podría aceptar gustosa un Alisiña.
ResponderEliminar;)
Un abrazo
Qué ternura que nos llamen con alias dulces, tiernos, que nos dejen temblando el oído...
ResponderEliminarUn abrazo
Albada, no soy mucho de usarlos (de hecho, huyo de los diminutivos), ni me los han dicho a menudo. Es una sensación extraña, pero placentera.
EliminarUn abrazo grande
Difícil no caer en tentación, saludos y abrazo Alis.
ResponderEliminarSandra, es que las tentaciones están hechas para caer en ellas, jajaja.
EliminarUn abrazo grande
Qué buena imagen —dos medias manzanas, absolutamente dispares, forzadamente cogidas con grapas— para definir una apuesta de relación, cogida con alfileres, únicamente apoyada en la pasión. Eso tiene menos futuro que un puesto de fruta en una película de acción.
ResponderEliminarBesos.
Macondo, es interesante tu mirada. Y me sorprendió, porque elegí la foto (no es una al azar) desde una interpretación distinta: la manzana como símbolo de la tentación (Eva), pero "remendada". Las dos. No es nueva, no está recién caída del árbol. Hay mucho de supervivencia en esas manzanas... E igual pueden seguir siendo tentadoras. Mi historia tiene más posibilidades que la que imaginaste, jajaja.
EliminarEs curioso cómo una imagen condiciona una lectura (eso ya lo sé, por eso elijo con cuidado las fotos) y cómo lo hace de manera distinta según quien la vea. Las posibilidades de un texto así se multiplican.
(¿que un puesto de fruta en una película de acción? jajajaja)
Besos
No sé si las manzanas condicionaron la lectura o fue la lectura la que condicionó la interpretación de las manzanas.
EliminarEn las persecuciones de coches, en películas de acción, con frecuencia uno choca con el puesto de un mercado y todas las frutas salen por los aires. A eso me refería. Luego pensé si podía ser un poco metepatas mi comentario, en el caso de que la situación que estuvieras describiendo fuera personal. Espero que no.
Besos.
Buena observación, Macondo. Supongo que ambas cosas pueden ser.
EliminarY sí, leí la frase del puesto de fruta y recordé todas las películas en las que he visto volar uno, jajajaja.
Jamás he leído un comentario tuyo que sea metepatas. Quédate tranquilo
;)
Más besos
Que originales versos me encanta la tentación y el pecado. Dan ganas de entrar y uhmmm caer. Por qué no?
ResponderEliminarUn beso enorme.
María Dorada, si se nos presenta una tentación es por algo. Y sólo cayendo en ella podemos averiguar por qué.
EliminarUn besazo
Aja ja, y yo quiero saber si llegó a caer?... :))
ResponderEliminarComo a Macondo, me encanta la imagen, y pienso como él, que quizás es una unión forzada, pero quién sabe...
Un beso grande y ñam ñam
Carmela, como le dije a Macondo, con la foto pensé más en algo remendado, reconstruido, que sin embargo puede seguir siendo una tentación...
EliminarYo también quiero saber si llega a caer... jajaja
Besitos
En los laberintos, ¿qué crecen más? ¿Los enigmas o los juegos de lógica? ¿O ni uno ni los otros?
ResponderEliminarFackel, supongo que algo de lógica habrá en un laberinto. No lo sé y seguramente dependerá de cada uno. Pero parecen pintados para los enigmas...
EliminarBesos
Ahora te dedicas a injertar manzanas, no es un mal oficio y yo te auguro momentos felices. La apuesta por lo distinto es un desafío que no nos deja caer en la monotonía.
ResponderEliminarUn besazo.
Ilduara, a injertar a secas. Lo que sea necesario. Toda apuesta nos saca de la monotonía, de lo estable, de lo seguro... porque no sabemos si saldrá triunfo o derrota.
EliminarBicos
Esa tentación es una incógnita pero si no sucumbes a ella te quedaras con las ganas de saber como sería ..Abrazos y que bonito lo has escrito.
ResponderEliminarCampirelas, quedarme con las ganas no me gusta nada, jajaja. Sólo cuando no queda más remedio
EliminarMuchas gracias
Besitos
Ya nos dirás cómo fue la caída.
ResponderEliminarSaludos
Alasdemariposa, leí tu comentario y me acordé de eso de "más dura será la caída". Espero que no, jajaja
EliminarUn abrazo grandote
Uf, la incógnita de la aventura. Sin aventura no hay emoción y es complicado no caer en la tentación... cuando se quiere caer. Suerte.
ResponderEliminarSaludos.
Elvis, querer caer ayuda mucho a que sea una buena experiencia. Porque si ya no queremos, ¿para qué caer? Ya sabes, no es por no ir, que si hay que ir se va... pero ir pa´ ná...
EliminarUn abrazo
Entre laberintos, juegos, enigmas e incógnitas, en mi humilde opinión se debería buscar la solución o caer el pecado si fuera necesario.
ResponderEliminarAsí que esto ni por lógica, ni por deducción se contempla, simplemente que las emociones y el lenguaje corporal hablen por ellos mismos al igual que la Naturaleza.
Bicos, Alís. Eres genial !!!
Ay, Joaquín, ¿qué me dices? Mira que las emociones y el cuerpo se vuelven muy lanzados cuando toman el mando... jajajaja
EliminarMuchas gracias
Bicos
Vale, a partir de ahora te llamaré "A" y comoquiera que dices en un comentario que tu ego estás infladito, no te diré porqué, no vaya a ser que explotes y lo dejes todo "pringao" 😋
ResponderEliminarNoxeus, no te prives, que mi ego aguanta aún mucho. Es que estaba muy flaquito, el pobre. Aunque la lógica sería pensar que A es de Alís... ¿O no es con lógica?
Eliminar;)
Besitos
Si es "sorpresa y cosquilleo", seguro que "caes".
ResponderEliminarAunque no me gusta esta palabra, mejor "entras en el juego de la seducción".
Besos.
Juan L. Trujillo, las palabras no tienen una sola intención. Caer en la trampa sería terrible, caer en la tentación probablemente todo lo contrario...
EliminarBesos
Te gusta jugar.
ResponderEliminarEres de corazón alegre y travieso.
Disfrútalo.
Sabes que sí, Xavi. Es que soy una niña, jajaja
Eliminar;)
Besos
El amor es así. Muy buena la foto, lo dice todo sin emitir una sola palabra.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Rita. Con Macondo y Carmela comentaba que creo que la foto dice mucho y con ellos también comprobé que no necesariamente lo mismo para cada uno. Interesante.
EliminarBesos
El tiempo dirá si era un callejón sin salida o no...
ResponderEliminarAbrazos!
Patricia K, habrá que tener paciencia entonces...
Eliminar;)
Un abrazo grande
Casi siempre los diminutivos tienen un efecto
ResponderEliminarcariñoso.
Versos que atrapan y envuelven
pero dejan volar sin caer
en un callejón sin salida.
Como dije una vez
y me disculpo de antemano
un cosquilleo si no es en el clítoris
es que simplemente tienes hambre.
Ah, la tentación... como diría mi gran
amigo Wilde: Logro resistirlo todo,
salvo la tentación.
Besotes!!!!
A. Javier, es cierto que los diminutivos implican ternura. Es difícil insultar a alguien con ellos (salvo que vayan cargados de ironía).
Eliminar¿Será que tengo hambre? Evidentemente, no daré detalles de qué tipo de cosquilleo hablo... Imaginad cada uno lo que más os guste, jajaja.
Besos!
Un diminutivo acertado, en un momento justo, puede ser muy efectivo.
ResponderEliminarBesos.
Demiurgo, y le añado una voz seductora y ya no resisto, jaja.
EliminarBesos
Tentaciones cumplidas.
ResponderEliminarBesos.
Alfred, ¿qué nuevas tentaciones nos deparará la vida? Espero que alguna más.
EliminarBesos
La última frase es la muestra de que ya te has dado cuenta que lo mejor es caer en la tentación a ver que.
ResponderEliminarComo casi siempre, las tentaciones que nos llaman deben ser respondidas.
guille, es un "prepárate que voy", jajaja.
EliminarEs lo que pienso. Si llega la tentación es por algo. Hay que hacerle caso.
Abrazo
Yo siempre digo que la tentación no vive arriba... si no con un@ mism@... a veces, son irresistibles y la insinuación es todo un ritual imposible de rechazar.
ResponderEliminarPrecioso, Alís... me ha encantado.
Mil besitos para tu tarde, bonita ♥
Auroratris, me hace mucho sentido eso de que la tentación vive con uno mismo. Si no la llevamos con nosotras, se ponga lo que se ponga delante, no nos tienta.
EliminarMuchas gracias
Besitos
Qué poema más bonito Alis.
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias, Rosa Mª. Me alegra que te guste.
EliminarUn abrazo
Me encanta leerte, es tan fresco...
ResponderEliminarBesos
Erik, esta vez creo que sí, pero otras... no sé si muy fresco es.
EliminarBeso
Tu poema me resultó como jugar a la escondida, un sí pero no,un laberinto de palabras que se entrelazan, es pero no es, la tentación está ahi al acecho,esperándote en la esquinita del alma!
ResponderEliminarQué precioso!
Un beso enorme bonita!
lunaroja, así es la tentación ¿no? No la imagino sino jugando, asomando y escondiéndose, creciendo poco a poco...
EliminarMuchas gracias!!
Besitos
Ao ler e reler este poema algumas vezes, me pus a pensar. Se penso, existe linguagem. É ela que me revolve por dentro quando percebo o labor na criação. E que criação. Estupenda. E que beleza este monólogo (posso chamá-lo assim, Lisinha? E posso chamá-la assim? Este diminutivo para intimidade pode ficar bem, se não houver nihil obsta). Fecho os parênteses. O leitor de imediato pensa em algo “biográfico”, que é algo como um momento da “vida pessoal” de quem escreve. O leitor sempre pensa nesta possiblidade. Não gosto desta vereda por maior que seja a evidência, ainda mais para quem chama a “palavra”, meu amor. É preciso descobrir algo mais. E a densidade (na simplicidade de tratar com tanta naturalidade este tema) do texto permite imediatamente que o leitor se coloque no lugar do Outro, tomando para si o monólogo. Quando há essa interação entre o leitor e o texto, tem-se a consagração de quem escreve. O escritor não escreve para si, ainda que ele possa estar libertando fantasmas, e sim para o outro. Por um momento até pensei que fosse eu o “labirinto”, rss. O texto é maravilhoso. É a essência do que eu quis dizer. O que vem antes deste postulado final pode rasurar.
ResponderEliminarComo também não me privo,
muitos beijos,
José Carlos Sant Anna, definitivamente me estoy enviciando.
EliminarTodo texto es biográfico, porque desde nuestra biografía escribimos, bien sea algo que nos pasa, que recordamos o que simplemente soñamos. Incluso lo que inventamos nace de nosotros. ¿Cómo evitarlo?
Se você quiser, seja o labirinto. Y sí, acepto Alisinha (en la intimidad), sin olvidar la A o no me encontraré (tengo poco o nada de lisa, jaja).
Muitos beijos
Me encantó este texto, cada renglón, genera una pequeña historia. Es que una mujer con tentación, es lo más parecido a una canción romántica, suele darle vuelta la cabeza a cualquiera. Bueno esa es un punto de vista muy personal.
ResponderEliminarCariños
Juan
Juan de la Cruz, interesante ese punto de vista personal. Diré que un hombre con tentación también tiene música...
EliminarMuchas gracias. Me alegra que te gustara.
Un abrazo
atmósferas sin cabida
ResponderEliminar.
ártico
Eliminarni escapatoria
bicos
Me parece un buen lugar donde ir.
ResponderEliminarDéjate caer.
Y sonríe durante el trayecto.
Beso grande.
Laura, las tentaciones siempre parecen un buen lugar donde ir. Por eso son tentaciones... aunque luego resulten no serlo.
EliminarIntento sonreír siempre (que me acuerdo). A veces sale y otras no.
Beso
Yo creo que ante tanta duda,es mejor hurgar en el interior de la caja.Si hay bombones ,a por ellos,si no,decir adios.Nadie está libre de la tentación y si no vas a por ella,no sabrás lo que había dentro,Aunque es todo tan ambiguo..
ResponderEliminarYa nos contarás si mereció la pena(sonrisa)
Besucos y suerte!!
Hoy te dejo más sonrisas para animar-TE , anima-ROS y animar-ME
Besucos preciosa
Yo también siento que en mi blog alguien escribe y se le ven las patitas,pero ...
Gó
Gó, si a la tentación le sumamos la curiosidad "estamos dados para el éxito", como dicen aquí.
EliminarEn todo lo que escribo siempre quiero pensar que se produce el mejor desenlace, así que imaginemos que mereció la pena.
;)
Abrazo gigante, sonrisas y besitos a montones
El primero y el último verso encierran un poema enigmático y provocador
ResponderEliminar"Me alegro cuando apareces.
[...] Y estoy a punto de caer en ti".
Besitos
¿Sabes, Merche? Cuando me dio por ponerles color pensé en que me hubieran gustado para un breve. Gracias por percibirlos así.
EliminarBesitos
Un diálogo que me recuerda muchísimo a esos juegos de seducción
ResponderEliminarEse tira y afloja dónde la conversación es el preámbulo provocativo de dos que quieren sin querer decirlo a la primera
A veces esas relaciones son las que enganchan y mucho
O no?
Biquiños ❤️💋
A veces, MaRía, como en este caso, los tira y afloja no se dan entre dos, sino dentro de uno mismo.
EliminarSólo diré que me gustan las relaciones que enganchan cuando empiezan. Después, no sé yo...
Biquiños
Hay tentaciones a las que es bueno sucumbir, porque luego nos arrepentiremos de no haber caído.
ResponderEliminarSalu2, Alís.
Dyhego, siempre me pareció peor arrepentirme de lo que había dejado de hacer queriendo hacerlo (poco, en realidad) que de lo que hice.
EliminarBesos
Los principios siempre tienen algo de incierto, de no saber si estás viendo lo que quieres ver, algo de vértigo. Y parece que lo que viene detras es halagüeño...
ResponderEliminar¡Qué vivo se siente uno cuando ocurre!
A disfrutar Alís. ¡Ya te toca!
Besos
Loles, incluso de no saber si queremos ver lo que vemos, jajaja. Cualquier cosa que nos haga sentir vivos, y más en estas circunstancias, es bienvenido.
EliminarBesos
Desde luego me parece una buena foto para ilustra el texto, pues "la media naranja" no tiene otro color, no ofrece el rico mundo de cuestionamientos del texto. Enhorabuena. Saludos.
ResponderEliminarEs curioso, Emilio. Macondo y Marcela traían su interpretación de la foto, que era distinta a la mía, y tú traes una nueva. Por cierto, también me gusta mucho tu mirada. Me encanta que ocurra esto.
EliminarGracias
Bicos
Ve por todas, y ya si eso, que te quiten lo bailado.
ResponderEliminarBesos, Alís.
Eva, en eso ando. Y bailando, para que luego no me lo quiten...
Eliminar;)
Besos